El juicio por el crimen de Asunta suma ya ocho jornadas -siete con testigos-, y hoy le ha tocado el turno, entre otros, a una amiga de la pequeña. En su declaración afirma: "Me dijo que la quisieron matar, pero no le di importancia porque era muy bromista". Otra persona muy allegada a la familia aseguró, a su vez, que no le constaba que el abuelo hubiera dejado bienes a la niña y que la relación con la madre era "maravillosa", igual que con el padre.

Ramiro Cedón Jaramillo, que testificó esta mañana por videoconferencia desde Madrid (el primero en declarar en esta octava sesión del juicio), negó haber estado en Galicia el 21 de septiembre, el día de los hechos que desencadenaron el fallecimiento de Asunta, ni en todo 2013. "No conocía a la niña, ni a su familia ni a su entorno", expresó Cedón Jaramillo, que había salido "hacía poco de la cárcel" y asegura que se enteró del suceso en Galicia por las noticias en la televisión.

Explicó que el día 21 fue a El Corte Inglés, en Madrid, para recoger el traje para la boda (un enlace previsto para el mes de enero, según puntualizó la abogada de Alfonso Basterra, Belén Hospido).

Cedón aseguró que cenó con su mujer Diana y su hermana en un restaurante y presentó como prueba un ticket de la cena. En una declaración previa constaba que había dicho que no había salido a cenar, según preguntó el abogado de Rosario Porto, Aranguren, y por la tarde su hermana había estado en casa. La hermana, segundo testigo, confirmó que "habían salido a cenar con una amiga".

El presidente del tribunal llamó la atención varias veces a la abogada de Basterra, Belén Hospido, y le advirtió que le preguntara "en calidad de testigo, como a los demás, no de imputado", teniendo en cuenta que ya no está acusado.