A primera hora de la tarde, el agente que revisó los móviles de Rosario Portoy Alfonso Basterra señaló que en uno de los teléfonos había "40.000 imágenes". Un guardia civil también señaló en su testimonio que una persona "con conocimientos informáticos" pudo eliminar del ordenador de Basterra 547.000 documentos, entre ellos imágenes y vídeos de carácter sexual.

Por otro lado, en los días 20 y 21 los agentes declararon que no constan "whatsapps" de los teléfonos de los padres de la pequeña, aunque no llegaron a acreditar que se borraran. Sí consta que se eliminó una llamada del móvil de Rosario Porto entre las 22:45 horas y las 23:09 horas del sábado en el que se produjeron los hechos.

El agente encargado de las cámaras aseguró que Rosario Porto solo realizó un recorrido de ida y otro del vuelta entre Santiago y Teo la tarde de los hechos. Dice que en ese tiempo, en que ella afirma que fue otras dos veces a Teo, la cámara de Galuresa, la fundamental según el técnico, no visualiza el Mercedes, cuando ella dijo que sí pasó por la gasolinera también. Por otra parte, las cámaras no detectan imagen de Basterra durante esa tarde, aunque el mismo agente que analiza las cámaras considera que el padre de la pequeña pudo haber salido de su domicilio sin ser grabado

"Tiene que pasar por Galuresa y no pasa"

"Ella a la vuelta dice que regresa por Galuresa. Tiene que pasar por Galuresa sí o sí, y en ese tiempo no pasa", ha señalado, a preguntas del abogado de Porto, José Luis Gutiérrez Aranguren. "Tendría que pasar para dejar a la niña", ha aseverado el guardia civil. "No hay ningún vehículo que pueda ocultar el Mercedes", ha reiterado este agente de la Benemérita ante la insistencia de las cuestiones del letrado.

Por su parte, la defensa de Basterra, Belén Hospido, ha tratado de desmontar la compatibilidad de que la menor estuviese con su padre a la hora a la que una compañera asegura que la vio con su padre. Hospido ha querido evidenciar que no hay forma de que su cliente, el padre de la niña, pudiese "eludir" las cámaras de la calle, a lo que el agente le ha espetado que, en su opinión, esto si sería posible.

Mapa que muestra el recorrido que hizo Rosario Porto en su coche // S.O.

Cuarta sesión del juicio

El primer investigador que declaró esta mañana por el crimen de la pequeña Asunta dejó claros los motivos por los que arrestaron a su madre. "Rosario, explicó. El guardia civil añadió que los acusados le habían asegurado que tan solo tenían una llave del chalé.

El agente, teniente de la unidad que supervisa la zona, situó como otra prueba incriminatoria los resultados de las pruebas que arrojaron que la pequeña sufrió una intoxicación por Orfidal, y que dicha ingesta se había producido en las horas de la comida o posteriores. Aseguró que el padre de la niña dijo que ambas salieron juntas de la casa después de comer y explicó también que las profesoras indicaron que la niña se quejaba de que "la madre" le daba polvos blancos.

Además de los testigos que encontraron el cuerpo sin vida de la niña en la pista de Teo, y ante la impresión de que pudiese haber una tercera persona en la zona que hubiese movido el cadáver, el agente que coordinó la inspección en la zona aseguró que "no pudo acreditarse" ninguna otra presencia.

El investigador señaló que le llamó la atención que el cuerpo estaba descalzo "y había unas zapatillas blancas" en la finca de Teo, a algo más de 4 kilómetros de donde fue hallado el cadáver.

Por último, negó que haya alguna imagen de alguna cámara que acredite la presencia en la calle de Alfonso Basterra la tarde de los hechos, contradiciendo la versión dada por una amiga de Asunta que aseguró haberlos visto a los dos entre las 17 y las 19.30 horas.

Otro de los investigadores abordó la controvertida aparición del ordenador de Alfonso Basterra en su piso. Este portátil y un móvil no se recogieron en el primer registro a la vivienda del padre de Asunta pero aparecerían meses después en un lugar en el que los agentes ya habían buscado y documentado con imágenes. Basterra defendió el pasado viernes: "El ordenador siempre estuvo en el piso; lo sostengo, lo afirmo y lo reafirmo".

Sin embargo, el tercer agente que testificó esta mañana fue muy claro al respecto: "Si el ordenador hubiese estado en el piso habríamos tropezado con él seguro".

El testimonio de la madrina de Asunta, clave

A última hora de esta jornada maratoniana llegaba la esperada comparecencia de la madrina de Asunta tras testificar una docena de agentes y policías. María Isabel Veliz afirmaba al juez que "la niña tenía una salud magnífica. Comía como una lima". Además, dice que la niña tuvo una vez una varicela y cree que "un poco de alergia, pero también tenían los padres, tenían los tres". "Yo nunca le di medicación, estaba como un roble", asegura la última testigo de la cuarta sesión del juicio del caso Asunta.