El ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso, ha expresado hoy su deseo de que la asistencia sanitaria a los inmigrantes que están en situación irregular en España se preste de una manera "ordenada y seria".

En una entrevista en RNE, Alonso se ha referido a la reunión de trabajo que se celebrará el próximo 2 de septiembre entre Sanidad y las comunidades autónomas para abordar este asunto.

El titular de Sanidad ha considerado que es importante que haya una misma regulación en toda España y que efectivamente las comunidades apliquen una misma regulación para que esto ofrezca garantías.

Alonso ha señalado que "no se pueden abrir expectativas a las personas que están en situación irregular en España de que van a recibir una tarjeta sanitaria" porque, en su opinión, "eso es un disparate".

Ha indicado que España puede garantizar una asistencia sanitaria a los inmigrantes que están en situación irregular en el país, pero no puede generar otros derechos que pueden causar "complicaciones" y pueden llevar a la situación de "caos" previa a 2012, en la que el llamado "turismo sanitario" podía suponer un coste de hasta 1.000 millones de euros al año para España.

Según ha dicho, hay muchas comunidades que quieren usar este asunto como "un tema político", pero la competencia es nacional y no le parece "muy razonable" que se vayan aprobando regulaciones específicas en cada una de las comunidades.

"Vamos a ver si nos ponemos de acuerdo y, más allá de las demagogias que hacen unos o que hacen otros, logramos tener un sistema que garantice la asistencia y el orden", ha apuntado.

Preguntado por la llegada masiva de refugiados a las costas europeas, Alonso ha opinado que tiene que haber una reacción y una respuesta de la UE para atender a estas personas desde el punto de vista humanitario.

Ha reclamado una política europea que vaya a la raíz de los problemas que motivan estos desplazamientos, al tiempo que ha destacado la necesidad de una política de cooperación con los países de origen, la participación activa en la vigilancia de sus fronteras, la inversión en el desarrollo de esos países y la lucha contra las mafias que se lucran con el transporte de estas personas.