Un inmigrante ha logrado acceder hoy en Melilla en el primero de un total de cuatro intentos de entrada masiva, protagonizados por unos 400 subsaharianos, registrados en varios puntos de la frontera en una madrugada de intensa presión migratoria sobre la valla.

Fuentes policiales han informado a Efe de que el único inmigrante que ha entrado a Melilla ha accedido en un punto próximo al paso fronterizo de Beni-Enzar, por donde han intentado saltar alrededor de 70 subsaharianos, algunos de los cuales han llegado a la zona del entrevallado.

A este intento de acceso, que se ha registrado en torno a las cinco de la madrugada, le han sucedido otros tres consecutivos por la zona del paso fronterizo de Barrio Chino, el cementerio musulmán y el paso de Farhana, aunque estos grupos no han logrado acercarse a la valla.

Fuentes policiales han explicado que el intento más numeroso de los cuatro se ha producido en el Barrio Chino poco antes de las siete de la mañana, cuando unos 200 inmigrantes han tratado de acceder en una hora punta del paso de personas que se dedican a transportar mercancías de Melilla a Marruecos.

Los porteadores se han enfrentado a los inmigrantes lanzándoles piedras para evitar que pudieran llegar a la frontera.

El último intento se ha registrado sobre las ocho de la mañana en la zona del paso fronterizo de Farhana, cerca del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), donde algunos subsaharianos han salido a la puerta a la espera de si llegaban antiguos compañeros de los campamentos del monte Gurugú.

La Guardia Civil ha mantenido la alerta sobre el perímetro fronterizo durante más de tres horas con un amplio dispositivo antiintrusión, reforzado desde el aire con el helicóptero dedicado a la vigilancia fronteriza, mientras Marruecos al otro lado también reforzaba su despliegue de seguridad.