Los Reyes de España examinaron hoy los principales desafíos europeos y las perspectivas económicas de la UE en las reuniones que mantuvieron con responsables del Gobierno y el Parlamento de Luxemburgo durante su primer viaje oficial a este país, al que seguirá una visita a Bélgica.

Don Felipe y doña Letizia, que ya acudieron a la capital luxemburguesa hace dos años, como Príncipes de Asturias, para asistir a la boda del heredero, Guillermo de Nassau, con Stéphanie de Lannoy, compartieron en esta visita un almuerzo privado con los Grandes Duques, Enrique y María Teresa, tras el que recibieron a las principales autoridades políticas del país.

En el propio Palacio Gran Ducal, concedieron primero una audiencia al presidente de la Cámara de Diputados, Mars di Bartolomeo, se entrevistaron a continuación con el primer ministro, Xavier Bettel, y se reunieron por último con el titular de Asuntos Exteriores, Jean Asselborn.

En todos estos encuentros, las conversaciones de don Felipe y doña Letizia con sus interlocutores luxemburgueses estuvieron centradas en cuestiones relacionadas con Europa, según informaron fuentes de la Casa del Rey.

La visita de los Reyes al Gran Ducado coincide en el tiempo con el debate abierto en la UE sobre los acuerdos fiscales secretos de multinacionales en Luxemburgo, si bien ninguna fuente oficial española ha confirmado que éste haya sido uno de los asuntos tratados en las conversaciones con autoridades luxemburguesas.

Los tres grandes grupos del Parlamento Europeo han pactado que se celebre un debate sobre esos acuerdos secretos entre el Gran Ducado y 340 multinacionales, que se beneficiaron entre 2002 y 2010 de estructuras fiscales complejas diseñadas para conseguir reducciones drásticas en los impuestos.

Don Felipe y doña Letizia fueron recibidos a su llegada al aeropuerto de la ciudad por Guillermo, el heredero, quien les acompañó hasta el céntrico Palacio Gran Ducal, un edificio de estilo renacentista español que durante la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial fue convertido por los nazis en taberna y salón de baile.

Allí les esperaba el Gran Duque Enrique, que les saludó muy amistosamente mientras la hija de uno de los empleados del palacio obsequiaba a doña Letizia con un ramo de flores, entre aplausos de luxemburgueses y españoles que aguardaban su llegada y un grito aislado de "Viva la República", inmediatamente respondido por otros de "Viva el Rey" y "Viva la Reina".

La entrada al palacio -engalanado con banderas de los dos países y de la UE- fue el escenario de una ceremonia de bienvenida oficial con guardia de honor, interpretación de himnos y revista a las tropas, durante la que don Felipe intercambió unas primeras palabras con el gran duque Enrique, mientras el heredero conversaba con doña Letizia.

La Gran Duquesa María Teresa, ausente de esta ceremonia por estar convaleciente de una reciente intervención quirúrgica en una rodilla, observó la llegada de sus invitados asomada a una de las ventanas del palacio y les recibió en el interior, al igual que la gran duquesa heredera, Stéphanie.

Tras posar juntos los tres matrimonios para las fotos oficiales en un salón de la primera planta, se celebró el almuerzo privado ofrecido a los Reyes por los Grandes Duques, al que asistieron exclusivamente los cuatro, mientras el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, se reunía con su homólogo Jean Asselborn.

En este mismo palacio donde se producía el primer encuentro de Felipe VI y la Reina Letizia con los Grandes Duques es donde Enrique y María Teresa recibieron hace más de siete años, en abril de 2007, a los Reyes Juan Carlos y Sofía en su segunda y última visita a Luxemburgo.

Don Felipe y doña Letizia habían viajado en octubre de 2012 a la capital luxemburguesa para asistir a la boda de Guillermo de Nassau con Stéphanie de Lannoy, una ceremonia religiosa celebrada en la Catedral de Nuestra Señora a la que acudieron representantes de casas reales reinantes y no reinantes de todo el mundo.

Los entonces Príncipes de Asturias volvieron a ver a Guillermo y Stéphanie de Luxemburgo en el encuentro privado que celebraron en marzo del año pasado en un antiguo pabellón de caza de la localidad holandesa de Apeldoorn gran parte de los príncipes herederos europeos, invitados por Guillermo y Máxima de Holanda.

Además, hace tres meses, el ya Rey Felipe VI y el gran duque heredero Guillermo asistieron juntos a la ceremonia conmemorativa del centenario de la Primera Guerra Mundial que tuvo lugar el 4 de agosto en la ciudad belga de Lieja y en la que ejercieron como anfitriones los reyes Felipe y Matilde.