El presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, consideró este domingo el proceso participativo del 9N como un "éxito total", mientras que el Gobierno opinó que la jornada fue un "simulacro estéril".

La Generalitat ha cifrado en "más de 2 millones de personas" la participación del 9N, un proceso que ha podido celebrarse al rechazar los jueces retirar las urnas.

Artur Mas ha valorado que el 9N ha sido "una lección de democracia en mayúsculas", en una cita que ha servido para demostrar que "Cataluña quiere gobernarse ella misma".

Mas ha comparecido en el centro de prensa del operativo del 9N para hacer una primera valoración de la jornada y ha avisado al Estado de que hoy "la gente de Cataluña ha dejado muy claro" que quiere "gobernarse a sí misma" y que quiere "decidir su futuro pacífica, libre y democráticamente", aunque éste es un proceso que no va "en contra de España ni en contra de nadie".

"Lamento las primeras reacciones de Madrid, que responde con una una enorme miopía, menosprecio cuando no de intolerancia, y en algunos momentos de amenaza, que no son propias de un Estado cuando se pronuncia un pueblo -el catalán- con la forma con la que se ha pronunciado", ha afirmado Mas en alusión a la comparecencia de esta noche del ministro de Justicia.

"Hoy -desde el Estado- tenían una oportunidad de reconocer la realidad, que es muy tozuda", ha añadido al ser preguntado por las declaraciones del ministro Rafael Catalá.

Para mas, en el Gobeirno central "son igual de intransigentes que antes y sinceramente no lo entiendo, y nosotros lo que queremos es hacer las cosas, como se dice coloquialmente, de buen rollo".

Sin ofrecer detalles de los nuevos pasos a seguir de los que informará en una comparecencia el martes, el president ha avanzado en todo caso que si continúa "el muro" del Estado para negociar una consulta "definitiva", se deberá "internacionalizar el proceso".

Pero el presidente catalán ha recalcado que con el "9N quiere mirar al futuro" y ha pedido al Estado que reaccione "con altura de miras", teniendo en cuenta que Cataluña "quiere gobernarse a sí misma" y hoy, en una jornada que ha calificado de "inolvidable", la ciudadanía catalana, a su juicio, "ha vuelto a lanzar este mensaje".

Para Mas, hoy se ha dado un "paso de gigante en la aspiración" de Cataluña de "decidir su futuro" y ejercer el derecho a decidir; y esto, ha remarcado, es "un éxito de todos".

Así, ha incidido en que quiere negociar con el Estado para poder ejercer el derecho a decidir de los catalanes en un referendo "definitivo": "Somos -en Cataluña- lo bastante mayores y adultos para poder hacerlo", ha remarcado.

Los jueces deciden no retirar las urnas

En una jornada que se ha desarrollado con normalidad en la participación, salvo algunas incidencias puntuales, los jueces de guardia de varios municipios han decidido no ordenar la retirada de urnas en los locales públicos, como pedían partidos como UPyD, contra este proceso participativo, suspendido por el Tribunal Constitucional tras la impugnación del Gobierno.

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha afirmado esta noche que el proceso participativo de hoy es un "simulacro inútil y estéril" que carece de cualquier tipo de validez democrática y sólo ha servido para "exacerbar" la división entre los catalanes y tensar las relaciones políticas.

Ha acusado a Mas de promover el 9N para "ocultar su fracaso" de no haber podido celebrar la verdadera consulta y ha recordado que la Fiscalía recaba datos para ver si existen responsabilidades penales y, de ser así, actuar en los próximos días.

Mas, "responsable" del proceso

El presidente catalán se ha erigido en el "responsable" del proceso participativo de hoy pese a la suspensión del TC y ante lo que considera "intimidaciones" de la Fiscalía.

Ante estas palabras, fuentes del Gobierno han estimado que el comportamiento del presidente de la Generalitat durante la jornada "dificulta mucho el futuro".

La jornada ha discurrido con normalidad salvo alguna incidencia aislada, después de que la Fiscalía pidiese ayer a los Mossos identificar a los responsables de la apertura de locales.

Pese a ello, los mossos no han previsto hacer identificaciones en los puntos de votación, ni de voluntarios, ni de directores de instituto, pues es Mas quien se ha responsabilizado del operativo.

Los 1.317 locales habilitados para el 9N han abierto con "absoluta normalidad", según la Generalitat, sobre las 09.00 horas para que se constituyeran las 6.695 mesas de participación previstas en un proceso en el que han podido votar los catalanes mayores de 16 años hasta las 20.00 horas.

La jornada no es comparable a cualquier otra votación registrada en Cataluña puesto que líderes políticos como Oriol Junqueras (ERC) y Francesc Homs (CiU) han presidido mesas; en los colegios se ha exhibido simbología política, se han registrado votos fuera de horario de cierre, no había censo previo y los medios informaban desde los puntos de votación, incluso durante el recuento.

Además, aunque en las papeletas de votación se preguntaba a los ciudadanos sobre una doble pregunta -si quieren que Cataluña sea un Estado y, en caso afirmativo, si éste debía ser independiente- los ciudadanos podían aportar otras propuestas.

Reacciones políticas

En el plano de reacciones políticas, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha dicho que "lo más importante" del 9N "es que mañana es 10 y que en el 10 tenemos que abrir un nuevo tiempo en la política española", un tiempo en el que Cataluña no esté "fuera de España, sino a la vanguardia del cambio" que conduce a una España federal.

La presidenta del PPC, Alícia Sánchez-Camacho, ha calificado el proceso participativo de "pucherazo antidemocrático" y "engaño masivo", por lo que ha instado a Mas a "tender puentes de diálogo" y "retroceder ante la ley" tras "traspasar una línea gravísima".

El presidente de ERC, Oriol Junqueras, ha dicho que los resultados de participación "han desbordado las expectativas" de los organizaciones y ha calificado la jornada de "extraordinaria".

El líder de UDC, Josep Antoni Duran Lleida, ha votado a favor de que Cataluña se convierta en un Estado, pero en contra de su independencia y ha dicho que "es la hora de la política desde el diálogo y la inteligencia" para evitar "una ruptura irreversible"; mientras que la portavoz de CDC, Mercè Conesa, ha destacado que el Gobierno debería "escuchar" la "altísima participación".

La misma opción de voto de Duran ha sido la elegida por Joan Herrera (ICV), mientras que la jornada del 9N también ha suscitado el rechazo de Ciutadans y de UPyD, que ha presentado hoy una segunda denuncia en un juzgado de Barcelona contra Mas.

El líder de Ciutadans, Albert Rivera, ha advertido que no se puede "caer en el error" de dar por buenos los resultados de un proceso que es una "burla" a la democracia y un "fraude de ley", por lo que ha pedido a Mas que convoque elecciones para votar "de verdad".

La portavoz del PSC, Esther Niubó, ha reconocido que el 9N ha sido un "éxito de movilización" que demuestra la "voluntad de cambio" en Cataluña, pese a ser un proceso sin "plenas garantías democráticas", y ha pedido que Gobierno y Generalitat "pongan el contador a cero" y "se sienten a negociar".

La diputada de la CUP Isabel Vallet ha reclamado "que nadie se apropie de este éxito" ni lo use para negociar un nuevo pacto de encaje con España.

Por su parte, la plataforma Sociedad Civil Catalana (SCC) ha calificado el 9N de "gravísima actuación de deslealtad del gobierno de la Generalitat hacia el conjunto de los ciudadanos".