La Audiencia Provincial de Palma mantiene imputada a la Infanta Cristina por delito fiscal. Por el contrario, anula la imputación por blanqueo de capitales, pero mantiene el delito por fraude fiscal.

Ahora, si se le aplica la doctrina Botín, la hermana del Rey Felipe VI podría eludir sentarse en el banquillo por el caso Nóos porque no la acusan ni la Fiscalía, ni Hacienda ni la Abogacía del Estado, sino solo Manos Limpias. Ahora será el juez José Castro el que decida si aplica o no la citada doctrina.

El auto emitido por la Audiencia de Palma añade el delito de blanqueo de capitales a Iñaki Urdangarín, Diego Torres y a la esposa de éste, Ana María Tejeiro.

La imputación de la Infanta por dos delitos contra la Hacienda Pública se basa en el papel que ejerció en la sociedad Aizoon, de la que es copropietaria al 50 por ciento junto a su marido, Iñaki Urdangarin, quien habría utilizado esta empresa para defraudar hasta un total de 337.138 euros en las cuotas del IRPF correspondientes a los años 2007 y 2008.

Y lo hizo al facturar a través de la misma -como rendimientos de actividades económicas- las retribuciones que cobró de entidades privadas por su condición de consejero asesor. Todo ello con el objetivo de tributar menos en su declaración de la renta.

El propio José Castro, instructor del caso Nóos, llegó a considerar Aizoon como una sociedad pantalla de la que se valió Urdangarin para cobrar las asesorías como si de rendimientos profesionales se tratara y no de servicios personales.

"Innegable e inobjetable"

El auto ha dictado considera "innegable e inobjetable" que la Duquesa de Palma, desde el momento en que era copartícipe de una sociedad "ficticia" -en alusión a Aizoon-, contribuyó a defraudar a Hacienda y además "se benefició de ello".

Así de tajante se expresa la Sala en el auto de 160 páginas, en el que deja a las puertas del juicio a la hermana del Rey Felipe VI como cooperadora necesaria de dos ilícitos contra la Hacienda pública.

La resolución judicial extiende estas apreciaciones a Ana María Tejeiro, esposa del exsocio de Urdangarin, Diego Torres. De hecho, señala que si Aizoon y las empresas que Tejeiro compartía a su vez con su marido "eran simuladas, no hay duda que servían de instrumento o herramienta fiscal para ocultar las rentas obtenidas por sus maridos y en consecuencia para defraudar a Hacienda, tanto en renta como en sociedades".

Para ello, precisa, efectuaron contratos de trabajo falsos y se desgravaban gastos que no habían sido generados en el ejercicio del objeto de la sociedad -en el caso de Aizoon, en materia inmobiliaria-, sino que se trataba de gastos personales efectuados por ambos matrimonios.

En este sentido, la Audiencia prosigue que el dinero que recibía Aizoon -percibió más de un millón de euros de los fondos supuestamente ilícitos que cobró el Instituto Nóos de las Administraciones públicas- no se quedaba en su cuenta, sino que los Duques disponían del mismo sin que tampoco estas cantidades fuesen declaradas a Hacienda. De este modo, recalca, "también colaboraron en la ocultación de esos beneficios".