Antonio Ortiz, el presunto pederasta de Ciudad Lineal se encuentra "completamente normal" e insiste en que no sabe por qué sigue preso, confiando en que pronto se aclare todo lo relativo a sus acusaciones de agresiones sexuales a cinco menores de entre 5 y 11 años.

Así se lo ha comentado este martes a su abogado durante las horas en las que ambos han estado en la vivienda situada en la calle Santa Virgilia durante la práctica de una diligencia judicial.

En concreto, según fuentes próximas a la investigación, la diligencia se trataba de la práctica de un reportaje fotográfico, complementario a otras pruebas que se realizarán en breve. La diligencias, acordada como una entrada y registro, se ha llevado a cabo por técnicos de la Policía Científica.

A primera hora de la mañana, un furgón de la Guardia Civil trasladaba al preso a los Juzgados de Plaza de Castilla para que la jueza le notificara la diligencia judicial, dado que sobre la investigación existe el secreto sumarial.

Tras ello, se le ha trasladado a la vivienda de Santa Virgilia, donde presuntamente se habrían cometido algunas de las agresiones sexuales que se le imputan. Junto a él, se encontraba su letrado designado por el Turno de Oficio.

Durante el tiempo de espera, abogado y cliente han intercambiado escasas palabras en las que el presunto pederasta le habría comentado tranquilo que espera que todo se aclare.

Tras concluir el reportaje, se le ha llevado a los juzgados y de ahí a la prisión de Soto del Real. El preso cumple sus primeros días de prisión en la enfermería del modelo de Especial Seguimiento de Soto del Real.

La pasada semana, agentes de la Policía Científica ya registraron este domicilio donde unas trece horas, hallando diferentes muestra de ADN que podrían valer para incriminar al procesado.

Escoltado por dos vehículos, el presunto pederasta ha sido introducido rápidamente en un tercer coche tras haber permanecido en el piso poco más de dos horas para una reconstrucción a la que no han acudido las víctimas para no traumatizarlas, según las fuentes.

La vivienda de la calle Santa Virgilia, propiedad de la familia de Antonio Ortiz, fue registrada exhaustivamente la semana pasada por los agentes de Policía Científica en busca de restos biológicos con resultados positivos, ya que hallaron resto de vómito.

De hecho, una de las pequeñas reveló a los investigadores que vomitó en la vivienda.

A falta de examinar y cotejar con el ADN de las menores, los restos biológicos recogidos por los agentes podrían ser relevantes para incriminar a Ortiz, imputado por cinco abusos sexuales y tres intentos en el distrito madrileño de Ciudad Lineal y sus alrededores, así como dos tentativas de homicidio.