De Gijón a Donbass, a luchar con los prorrusos contra los "fascistas ucranianos". El madrileño Rafael Muñoz Pérez, de 27 años, afincado en Asturias desde 2010, se ha unido, junto a otro español, de origen murciano, al batallón "Vostok" de los prorrusos, en un gesto que trata de emular el de las Brigadas Internacionales que lucharon en la Guerra Civil española hace 80 años. Fue militante de IU en Carreño y ahora lo es en Gijón, y considera que la lucha por la independencia de la región de Donbass es la última causa que merece la pena. "Sólo puedo prometer que daré todo lo que soy por este pueblo. ¡Lo merece!", dice este trabajador social.

Muñoz lleva años militando en movimientos de izquierda. A Candás llegó en 2010 con su novia. En IU de Carreño llevaba sobre todo temas de juventud, pero se le ha visto en protestas a favor del medio ambiente y en el movimiento "Democracia real ya". El año pasado dejó Carreño y se instaló en Gijón, donde también militó en IU. "Tenía inquietudes de izquierdas, pero tampoco se le veía tan revolucionario como para irse a luchar", comentó Juan Pola, coordinador de la coalición en Candás. En el siguiente video, Muñoz aparece a la izquierda de la imagen junto al otro español.

"Necesitamos que difundáis la verdad, para que el mundo deje de mirar hacia otro lado como ocurrió en el 36 en nuestra tierra. Seguro que pronto estoy de vuelta para seguir batallando por la justicia y la libertad", asegura Muñoz en Facebook. Ha adoptado el apodo de Republikanieskt (Republicano), nombre con el que ha bautizado además a un perrito. "Ya somos tres en el campamento", dice.

El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación desaconseja desde mediados de julio viajar a las regiones separatistas del este de Ucrania. En su página web, el departamento que dirige José Manuel García-Margallo "desaconseja todo viaje" a la República de Crimea, que ha decidido unilateralmente su separación de Ucrania e incorporación a Rusia, así como a las regiones del este y el sur del país, "donde siguen produciéndose choques entre insurgentes y fuerzas de seguridad".

En una entrevista con la emisora francesa France 24, publicaba en la web del Comité Asturiano de Solidaridad con la Ucrania Antifascista, el madrileño Rafael Muñoz, de 27 años, relata cómo él y su compañero Angel, de 22, llegaron a Kiev el 26 de julio, después de que el Gobierno español hubiera difundido la recomendación de no viajar a las zonas en conflicto.

Desde la región del este de Donestk, Muñoz reconoce haber firmado en Kiev un documento que les presentaron a él y a su compañero miembros de las fuerzas de seguridad ucranianas donde se les advierte de que se disponen a viajar a una zona conflictiva y que si colaboran con las milicias prorrusas serían considerados criminales por el Estado ucraniano.

El pasado mayo, Muñoz aseguró a algunos amigos que se marchaba a Ucrania. Los mineros del Donbass acababan de recabar el apoyo de brigadistas internacionales para luchar contra los ucranianos, a quienes tildan de "banderistas" (por Stepan Bandera, líder nacionalista que apoyó a los nazis en la Segunda Guerra Mundial).

Según un conocido, Muñoz llegó a Kiev con otro joven, Ángel, militante de Juventudes Comunistas (CJC) de Cartagena. "Tenían 500 euros en el bolsillo y una mochila", dice. Los dos españoles explican que los prorrusos "no son terroristas, sino trabajadores" defendiéndose de la agresión fascista. El cartagenero niega que los prorrusos derribasen el avión malasio. Y todo ello aderezado con puños en alto y viejos lemas como el "No pasarán".