El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha anunciado hoy que Jordi Pujol ha renunciado a las prerrogativas que tenía como expresident, así como a su condición de presidente fundador de CDC y de CiU, después de que admitiera el pasado viernes que mantuvo durante 34 años cuentas en el extranjero.

Mas ha explicado que a primera hora del pasado viernes, horas antes de que Pujol emitiera un comunicado reconociendo su situación fiscal, Pujol ya le comunicó su disposición a renunciar a sus cargos honoríficos en CDC y CiU, así como sus atribuciones como expresident.

Entre las prerrogativas que Pujol tenía como expresident figura una pensión vitalicia de 82.000 euros al año, un despacho en el paseo de Gracia de Barcelona, personal de apoyo en esta oficina y vehículo propio.

En una comparecencia de urgencia y con semblante serio, Mas ha asegurado que desde el pasado viernes ha estado en conversaciones con Pujol y que el expresident ha puesto desde el primer momento todas las "facilidades".

"Es una persona -Jordi Pujol- que ha trabajado toda la vida para su país, al que quiere, y, más allá de errores que ha podido tener, como los tienen otras personas, él quiere seguir ayudando y una manera es poner las máximas facilidades" para que la "afectación sea la menor posible" ante los "retos gigantescos de las próximas semanas y meses", ha abundado el presidente catalán.

Mas ha admitido que el asunto de Jordi Pujol es uno de los procesos que más le ha "afectado" y que siente "pena" y "dolor", porque, ha dicho, el expresidente es "su padre político". También ha considerado que, ante eventuales peticiones de comparecencia en el Parlament, lo "lógico" es que la familia Pujol "priorice la declaración ante los tribunales".

En este sentido, Mas ha evitado comentar las actuaciones presuntamente irregulares cometidas por Jordi Pujol y su familia alegando que no debe "interferir" en un asunto "estrictamente familiar y personal" y en el que, además, hay "procesos judiciales por el medio".

Asimismo, Mas ha admitido que siente "pena, compasión y un dolor muy grande" por la situación de Jordi Pujol, el líder de CiU que en su día le designó como su sucesor al frente de CiU.

Con semblante serio, Mas ha dicho que, con el tiempo, "en este balance de claros y oscuros, los claros volverán a tener importancia y relieve, porque 23 años de presidencia de un país no se borran de un día para otro".

"En algún momento, cuando haya pasado esta tempestad, con el paso del tiempo y el juicio de la historia, se verán sus debilidades como cualquier otra persona, pero también sus grandes activos", ha afirmado Mas, quien ha añadido que "ahora Pujol es un ciudadano como cualquier otro".

Debate soberanista

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha evitado hoy valorar si el caso de Jordi Pujol condiciona su reunión de mañana con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pero, en todo caso, lo ha desvinculado de la consulta soberanista al afirmar que "aquí no se para nada".

"Quiero hacer notar que el país está por encima de cualquier persona, por importante que sea", por lo que "aquí no se para nada", ha afirmado hoy Mas en una comparecencia en la Galería Gótica del Palau de la Generalitat, a 24 horas de su reunión con Rajoy, de la que ha dicho que ya habría tiempo para hablar mañana.

Pero el presidente catalán, sin mencionar la consulta soberanista, ha subrayado que, pese al caso de Jordi Pujol, Cataluña "va hacia adelante" porque, a pesar de que puedan haber "debilidades", el país tiene "muchas fortalezas y una hoja de ruta que está definida y consensuada con mucha gente".

"Estas grandes fuerzas tienen que coger una energía renovada porque aquí no se para nada", ha enfatizado, en alusión a la consulta del 9 de noviembre.