La red Gürtel, que lideraba presuntamente Francisco Correa, organizó a través de la empresa Pasadena Viajes un safari al extesorero del PP Luis Bárcenas y su mujer, Rosalía Iglesias, en el que ambos fueron tratados, según se recoge en las comunicaciones internas de la agencia de viajes, como clientes "supervip".

El programa de actividades, incorporado al sumario del 'caso Gürtel' que instruye el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz y al que ha tenido acceso Europa Press, recoge que el viaje se desarrolló entre el 2 y el 11 de julio de 1998 y costó 6.046 dólares (4.452 euros) en concepto de alojamiento, excursiones y desplazamientos al aeeropuerto, a lo que hubo que sumar el vuelo de ida y vuelta entre Madrid y Johanesburgo, seis vuelos internos y un desplazamiento de ida y vuelta en tren.

Las facturas demuestran que Pasadena Viajes abonó los gastos extra que no estaban contemplados en el programa de viajes inicial aunque Bárcenas ha defendido desde el comienzo de la instrucción que se pagó todos los viajes que le organizó la empresa de Correa.

Bárcenas y su esposa partieron de Madrid en dirección a Johannesburgo, donde se alojaron en el Hotel Victoria Falls y realizaron un crucero al atardecer por el río Zambeze disfrutando de "las vistas y los sonidos del atardecer sobre el río" con el "privilegio de ser testigo de uno de los atardeceres más espectaculares de África", según recoge el programa.

Sin embargo, en este hotel los Bárcenas tuvieron un problema, según se recoge en una carta de una empleada de la agencia Pasadena Viajes, la empresa de viajes de Correa, al operador sudafricano Grosvenor Tours, que organizó los desplazamientos y internos y se ocupó de las reservas de hotel.

"Te agradecería me informases qué fue exactamente lo que pasó en el Victoria Falls ya que el Sr. Bárcenas ha telefoneado esta mañana al Sr. Correa (mi jefe) y le ha comentado que tuvieron que esperar más de una hora por la habitación y que el problema era que no estaba el bono. Me gustaría que me informases exactamente de lo que ha pasado para dar una explicación al Sr. Correa", señala una empleada de una de las sociedades de la red.

"No pudimos confirmar una suite en el Victoria Falls, así que nos quedamos con la presidencial", contesta la compañía sudafricana al requerimiento de la empleada de Correa.

El 4 de julio los Bárcenas Iglesias se fueron a Zimbabwe, donde visitaron un pueblo africano en el que se enseñaba la vida tradicional de seis grupos étnicos y visitaron las cataratas Victoria y, en concreto, la estatua del doctor Livingstone y la catarata del Diablo.

Un viaje con todo tipo de lujos

Tras la excursión, volvieron a Johannesburgo y tomaron el tren turístico Blue Train, con pensión completa en un compartimento de lujo, con destino a Ciudad del Cabo. En otras de las comunicaciones, la empleada de Pasadena Viajes pide a su homóloga sudafricana que el compartimento no esté sobre las ruedas del tren porque el cliente piensa que es "muy incómodo".

El trato dispensado a Bárcenas queda claro en otra de las comunicaciones de la empleada de Correa: "María, este viaje es un poco de lío ya que el cliente, como puedes ver, quiere hacer muchas cosas en poco tiempo y además es un cliente muy exigente, por lo que te ruego me informes cualquier duda que te surja y me des tu opinión si crees que sería oportuno hacer algún cambio o mejora".

Tras dos días en la ciudad sudafricana, en la que visitaron los viñedos de Boschendal y la Montaña de la Mesa, el extesorero del PP y su mujer regresaron a Johannesburgo, desde donde partieron en avioneta a Skukuza, en pleno parque Kruger, para visitar la reserva natural de Mala Mala, una de las mayores de Sudáfrica.

Allí, el antiguo responsable de las finanzas 'populares' y su esposa realizaron un safari y cenaron la tradicional 'boma' bajo "antiguos árboles de ébano". El 10 de julio volvieron a Johannesburgo y retornaron a Madrid.