El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, ha presidido este jueves la misa por las víctimas mortales del accidente ferroviario ocurrido el pasado martes 24 de julio en las proximidades de Santiago de Compostela.

Al acto celebrado a las 20.00 horas de la tarde en la Catedral de la Almudena en Madrid, han acudido personalidades del mundo de la política como la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, y varios concejales de la capital, además de los familiares de las víctimas para los que se han reservado las primeras filas.

Durante la misa, las plegarias se han centrado en el descanso eterno de las víctimas, en el deseo de una rápida recuperación para los heridos y en los familiares, para los que el arzobispo ha pedido comprensión y fe.

Asimismo ha recordado la gran "conmoción" que tanto él como el resto de hombres sintió al enterarse de lo ocurrido a "sus hermanos y hermanas" y ha pedido "esperanza y solidaridad" para encontrar "consuelo en estos momentos de dolor".

Una tragedia que traspasa fronteras

Rouco Varela ha subrayado que este accidente no solo nos afecta a los españoles sino que ha traspasado las fronteras de nuestro país "conmoviendo al mundo" y ha agradecido al Papa Francisco la oración que dedicó a los muertos en el accidente de Santiago durante su última misa en las Jornadas Mundiales de la Juventud en Río de Janeiro.

El cardenal ha destacado también la acción de los Servicios Públicos durante el accidente afirmado que "funcionaron de una manera que no se puede pagar con dinero, solo con gratitud y con alabanzas".

El accidente del tren Alvia que cubría el trayecto Madrid-Ferrol el 24 de julio ha dejado un total de 79 víctimas mortales y 61 hospitalizados, algunos de ellos aún graves.