La Catedral de Santiago de Compostela acogerá este lunes a las 19.00 horas un funeral oficial por las víctimas del accidente ferroviario que tuvo lugar en Angrois, en las proximidades de la capital gallega, el pasado miércoles y que, según datos oficiales, ha causado 79 muertos y 129 heridos de diversa consideración.

El solemne funeral será oficiado por el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, y está confirmada la asistencia de los Príncipes de Asturias, la Infanta Elena, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y su esposa, así como del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y otras altas autoridades del Estado, varios miembros del Gobierno y presidentes de diversas comunidades.

También acudirá la presidenta del Parlamento gallego, Pilar Rojo, alcaldes de diferentes localidades y otros representantes autonómicos, provinciales y locales, tanto de Galicia como de otras partes de España.

Finalizada la ceremonia religiosa, las autoridades saludarán a los familiares de las víctimas presentes en la catedral compostelana.

El funeral está organizado por la Xunta, con el apoyo del departamento de Protocolo de Presidencia del Gobierno, que se encargará de ubicar en la catedral a las autoridades del Estado que hayan manifestado voluntariamente su intención de asistir al mismo.

A este respecto, Protocolo del Estado de la Presidencia del Gobierno se coordina con la Xunta de Galicia para informar de la asistencia de las diferentes autoridades y su colocación en la catedral.

En un comunicado remitido por el Ministerio de la Presidencia, el Gobierno, en vista de "algunas confusiones que se están produciendo" sobre el carácter de este acto, aclara que no se trata de un funeral de Estado, sino de un funeral oficial.

Así, explica que los funerales de Estado se celebran únicamente en memoria de exjefes de Estado o de Gobierno u otras personalidades de relevancia histórica para el país, y en algunos casos de fallecidos en atentados terroristas.

El Gobierno señala que este tipo de funerales requiere "un margen de tiempo suficiente para los preparativos", puesto que a ellos se convoca también a otras autoridades, como dirigentes internacionales o representantes del Cuerpo Diplomático.

A modo de ejemplo, recuerda que el funeral que se celebró en septiembre de 2008 en la catedral de La Almudena, con la asistencia de miembros de la Casa Real y altas autoridades del Estado, tras el accidente aéreo en Barajas en el que se produjeron 154 víctimas mortales, no fue un funeral de Estado, sino también un funeral oficial.