Francisco José Garzón Amo, el maquinista del tren Alvia que sufrió un grave accidente el pasado miércoles, que permanece ingresado en el Hospital Clínico, no pasará este sábado a disposición judicial, según ha informado el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).

El alto tribunal ha informado de que la intención, "si es posible", es que el paso a disposición se produzca en los juzgados. Francisco José G.A. fue detenido el pasado viernes a las 20.00 horas y se acogió a su derecho de no declarar ante la Policía judicial este sábado.

Garzón se negó ayer a declarar ante la Policía, acogiéndose a su derecho a no hacerlo, informaron a Europa Press en fuentes policiales.

El conductor del tren, quien reconoció poco después de producirse el siniestro que iba a una velocidad de 190 kilómetros por hora, cuando la velocidad límite en ese tramo era de 80 kilómetros por hora, se encontraba acompañado de su abogado en el momento en el que la Policía intentó que prestara declaración.

Fuentes policiales han afirmado a Efe que ya se preveía que esta iba a ser la actitud que adoptara el conductor a la hora de ser interrogado por los agentes.

El conductor fue detenido el jueves a las 20.00 horas en el hospital en el que permanece ingresado imputado por "imprudencia", según ha explicado esta mañana en rueda de prensa el jefe superior de la Policía de Galicia, Jaime Iglesias.

Iglesias ha indicado que Francisco José Garzón Amo está "imputado por un hecho delictivo vinculado a la autoría del siniestro".

Debió frenar cuatro kilómetros antes

MIentras tanto, el presidente del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), Gonzalo Ferre, ha asegurado que el maquinista del tren siniestrado tenía que haber empezado a frenar cuatro kilómetros antes de llegar a la zona donde se produjo el accidente.

En una entrevista con Efe, Ferre ha apuntado que "cuatro kilómetros antes del lugar donde se produce el accidente (el maquinista) ya tiene la notificación de que tiene que empezar a reducir la velocidad, porque a la salida del túnel tiene que ir a 80 (kilómetros) por hora".

Ferre ha defendido que funcionaron todos los sistemas de seguridad y que, en cualquier caso, el maquinista tenía una hoja de ruta con todas las indicaciones porque "esa es la función del maquinista dentro del tren", es decir, "controlar la velocidad", porque "si no, sería un pasajero".

"Lo lógico y lo normal es que el conductor jamás vaya a una velocidad por encima de la permitida", ha apuntado, para añadir que Adif no ha detectado nunca problemas en ese sentido, porque "hay controles estrictos de velocidad y si se pasa se le retira la licencia".

Ferre ha defendido que no se trataba de una curva peligrosa, ya que "los trazados se realizan en virtud de la geografía que atraviesan", es decir, que están adaptados a ella.

También ha descartado que se trate de un "punto negro" de la red, porque "un trazado con velocidad de 80 (kilómetros hora) no es más peligroso que un trazado con una velocidad (limitada) a 200 (kilómetros hora) o un trazado con una velocidad a 300 (kilómetros hora)".

"Sencillamente, es peligroso es circular a velocidades superiores a aquellas que están a signadas a cada trazado", ha insistido, "respetando la velocidad no existe ningún trazado que sea peligroso".

El presidente de Adif ha añadido que "nunca había habido un accidente en este tramo", que es "tan fácil o tan difícil como los demás" y que lo único que exigía era "respetar la velocidad".

Ferre no ha querido especular sobre las causas del accidente ni sobre las investigaciones que se están llevando a cabo.

"A mí lo único que me han pedido es colaborar al 300 % con la Comisión Técnica de Investigación y con el juez", porque el Gobierno quiere aclarar las causas "cuanto antes".

La caja negra, bajo custodia

Respecto a la caja negra del tren, ha especificado que está bajo custodia de la Policía Judicial, que tiene "unas condiciones técnicas singulares" para su apertura y que "no se va a hacer nada con ella" hasta que haya un acuerdo con la autoridad judicial, que "está ocupada en estos momentos en otras tareas".

Iglesias ha incidido en que hay "una cadena de custodia" y que cuando la caja negra del tren siniestrado se entregue al juzgado "se decidirá cómo se procederá a su apertura y al desarrollo de la información bajo la tutela judicial".