Los ciudadanos ven peor que nunca tanto la situación económica como la política, porque el 91,2 por ciento considera que la economía es mala o muy mala, y así califica el contexto político el 77,6 por ciento de los ciudadanos, según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

Ambos porcentajes son récord en esta encuesta, en la que también se eleva el pesimismo de los ciudadanos sobre el futuro económico y político.

Así, casi la mitad, el 49,1 por ciento, cree que la economía española estará peor dentro de un año, y siete de cada diez encuestados la ven más deteriorada que hace doce meses.

En cuanto a la situación política, el 38,8 por ciento no espera que mejore en un año y el 36,4 por ciento teme incluso que empeore.

Además, la desafección por la política sigue aumentando y se consolida como el tercer problema tras el paro y la economía.

El 77,9 por ciento cita como principal inquietud el desempleo; el 43,4 por ciento los problemas económicos y el 30,5 por ciento los políticos y los partidos.

En este contexto, el CIS ha formulado nuevas preguntas a los ciudadanos para comprobar que la política inspira desconfianza al 45 por ciento, irrita al 15,3, aburre al 13 y deja indiferente al 11,1 por ciento.

Sólo el 7 por ciento de los encuestados admite que la política le suscita interés, el 5,2 asegura que le inspira "compromiso" y apenas le "entusiasma" a un 1,4 por ciento.

No obstante, la mayoría de los ciudadanos reconoce que habla de política "a menudo" o "algunas veces" con amigos (el 55,7 por ciento) y familiares (58 por ciento), aunque apenas el 30 por ciento lo hace en el trabajo o en su lugar de estudios.

Aunque prácticamente la mitad de los ciudadanos no leen las secciones políticas de los periódicos, la inmensa mayoría admite ver o escuchar con frecuencia las noticias en radio y televisión, y sólo un 23,4 por ciento recurre habitualmente a Internet para informarse.

A pesar de esa desafección, el 77,6 por ciento admite que la política tiene una gran influencia en la vida de cualquier ciudadano.

Poco más de la mitad de los ciudadanos (51,2 por ciento) cree que el voto es la única forma en la que pueden influir en lo que hace el Gobierno y el 46,4 por ciento cree que es mejor no meterse en política.

Mientras, el 40,7 por ciento estima que la política es tan complicada que la gente no puede entender lo que pasa y apenas el 35,3 por ciento se consideran ciudadanos que entienden de política.

Más de la mitad, el 50,6 por ciento, asegura no haber acudido nunca a una manifestación y el 60 por ciento jamás ha hecho huelga.

Sólo una cuarta parte ha apuntado su nombre alguna vez en una recogida de firmas.

En el sondeo del CIS, tras los tres principales problemas citados por la ciudadanía se sitúan la sanidad, con un 10,1 por ciento, la corrupción y el fraude (9,2) y la educación (8,3), porcentajes que también suben respecto al último barómetro.