El jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha defendido los ajustes en sanidad y educación, y ha confiado en que los españoles entiendan el esfuerzo que se les pide al afirmar que "en este momento no hay dinero para atender el pago de los servicios públicos".

En rueda de prensa en Bogotá junto al presidente colombiano, Juan Manuel Santos, Rajoy ha reconocido que es "duro" pedir a los españoles que hagan un esfuerzo, pero ha asegurado que es "necesario e imprescindible" porque el país ha gastado "muchísimo en estos últimos años".

"No queda más remedio; (las reformas) son el pasaporte para superar esta difícil situación; se trata de afrontar un momento muy difícil y consolidar esos servicios públicos en el futuro", ha recalcado en la víspera del Consejo de ministros que aprobará ajustes en materia sanitaria y educativa para ahorrar unos 10.000 millones de euros.

Sobre la decisión de aplicar un nuevo copago en las recetas, incluido a los pensionistas, ha reiterado que en la actual coyuntura el Gobierno tiene que hacer cosas que no le gustan y debe pedir a los ciudadanos "un pequeño esfuerzo", "unos pocos euros al mes" y siempre de forma progresiva según la renta.

"A nadie le gusta tomar decisiones como las que hemos tomado", ha insistido, tras recordar también la subida del IRPF o la del impuesto de sociedades.

El jefe del Ejecutivo ha recalcado que el objetivo es mantener y mejorar en el futuro el sistema sanitario de calidad, público y universal con el que cuenta España, y ha hecho hincapié en que el país atraviesa una "gran dificultad".

Ha recordado en este contexto que el año pasado el Estado gastó 90.000 millones de euros más de los que ingresó, y que este año, cumpliendo los objetivos de déficit marcados, aún debe pedir prestados más de 50.000 millones.

Ante este panorama, ha ratificado su intención de continuar con las reformas, y ha defendido también el incremento de las tasas universitarias al afirmar que un alumno que abandona los estudios después de tres o cuatro años supone "un costo enorme para el Estado".

Rajoy ha apostado por tomar decisiones que sean "justas y razonables", ha confiado en que algunas sean temporales y ha pedido a los españoles que las entiendan porque, aunque en el corto plazo no todas producirán efectos, el Gobierno está convencido de que serán beneficiosas en el medio y largo plazo.

"Es duro pedirlo a los españoles, pero España saldrá adelante con el esfuerzo de todos", ha añadido.