La Guardia Civil ha iniciado una investigación para esclarecer las causas y las posibles responsabilidades en el accidente de escopeta que sufrió el pasado lunes el hijo mayor de la infanta Elena, Felipe Juan Froilán, mientras estaba acompañado de su padre, Jaime de Marichalar.

Así lo han confirmado a Efe fuentes del instituto armado que han explicado que la investigación corre a cargo de la Intervención de Armas de Soria, provincia en la que se produjo el suceso.

El juzgado de guardia de la capital soriana recibió ayer el parte médico del Hospital Santa Bárbara, donde fue asistido en un primer momento el nieto mayor de los reyes tras disparársele accidentalmente una escopeta mientras hacía prácticas de tiro.

Tras recibir este parte de lesiones, y al tratarse de un accidente con arma de fuego en el que además está implicado un menor, el juzgado ha seguido el protocolo habitual en estos casos y ha ordenado a la Guardia Civil la apertura de una investigación sobre el caso.

Según la Cadena Ser, los agentes tomarán declaración a Jaime de Marichalar para que explique las causas en las que se produjo el suceso.

Marichalar se enfrenta, además, a una multa de entre 300 y 6.000 euros por una falta grave contemplada en el Reglamento de Armas, si se confirma que permitió que el hijo de la infanta Elena utilizara un arma de fuego sin contar con licencia, a la que tampoco puede tener acceso por ser menor de catorce años.

La sanción podría acarrear también la retirada de las armas y municiones objeto de la infracción, así como de las licencias y guías de pertenencia correspondientes a las mismas, durante un periodo máximo de dos años.

No obstante, corresponde a la Delegación del Gobierno la imposición de cualquier sanción administrativa por violación del Reglamento de Armas, una vez que la Guardia Civil concluya el expediente por estos hechos.

Según han informado fuentes de la Casa del Rey, el accidente se produjo el pasado lunes por la tarde en el patio de la finca familiar de Soria cuando en unas prácticas de tiro, a Felipe Juan Froilán, de trece años, se le disparó una escopeta y algunos perdigones le alcanzaron la zona delantera del pie derecho, entre los dedos.