El español Óscar Sánchez, que ha estado encarcelado en Italia durante más de un año acusado de un delito de narcotráfico y que hoy quedó absuelto de todos los cargos en el juicio de apelación, ha señalado que "ha sido muy duro" todo el tiempo que ha permanecido privado de libertad.

A su salida de la cárcel de Poggioreale, de Nápoles (sur de Italia), donde ha permanecido la mayor parte del tiempo en el que estuvo encarcelado, Sánchez visiblemente emocionado aseguró que en sus circunstancias ha sido necesaria "mucha paciencia".

A la salida del centro penitenciario le esperaban su hermano, José Antonio, la esposa de éste y su primo Juan Fernández, que siempre han estado a su lado durante los meses que ha durado el proceso.

Sánchez, que salió del penal alrededor de las 20.45 hora local (19.45 GMT), cerca de cinco horas después de que la juez del Tribunal de Apelación de Nápoles dictara su sentencia de absolución y decidiera su excarcelación, expresó su alegría y su emoción al quedar libre, aunque también su enfado por todo lo sucedido.

"Estaba muy mosqueado porque hace tiempo que tendría que estar en mi casa", manifestó, quien, sin embargo, prefirió ver el lado positivo a la experiencia y aseguró que, en cierto modo, ha sido una "aventura".

Así, Sánchez recordó cómo pudo ver Roma cuando fue trasladado de la cárcel romana de Rebibbia, donde permaneció encarcelado inicialmente, en una ocasión en la que fue trasladado para una declaración.

El español quiso agradecer todo el apoyo que se le ha brindado y recordó todas las cartas que recibió mientras se encontraba en la cárcel.

Asimismo, también destacó la labor de su abogado a quien expresó su agradecimiento.

Sánchez manifestó que durante todo el tiempo que estuvo encarcelado había intentado "olvidar" dónde se encontraba y sacar el mejor partido posible de la situación y ser siempre "educado".

"Espero no haber defraudado a nadie por todo lo sucedido", aseveró, a la vez que subrayó que siempre intentó actuar lo "mejor posible".

Sin embargo, pese a mostrarse jovial y optimista a la salida del penal, sí recordó alguno de los momentos negativos vividos durante este período, como las vejaciones sufridas en Poggioreale por parte de sus compañeros de celda, de los que recibió insultos e incluso llegaron a quemarle con cigarrillos.

Sánchez pasará esta primera noche en libertad en Nápoles junto con su familia y mañana está previsto que regresen a España.

Óscar Sánchez fue entregado a Italia a mediados de 2010 por la Audiencia Nacional española a requerimiento de las autoridades italianas y fue juzgado en mayo de 2011 en Nápoles, acusado de un delito de narcotráfico y de asociación mafiosa.

Fue condenado en primera instancia por el Tribunal de Nápoles a 14 años de cárcel al ser considerado como el jefe de una banda de traficantes de cocaína entre España e Italia, al parecer a raíz de esa confusión de identidades, según han defendido siempre su defensa y las autoridades españolas.

Sin embargo, fue absuelto en un segundo juicio en el que se le acusaba de asociación mafiosa por un defecto de forma en el proceso, ya que se había celebrado sin la autorización de la Audiencia Nacional, como era preceptivo.

Su defensa siempre mantuvo que de acuerdo con las investigaciones de la Policía española, Sánchez, un lavacoches de la localidad barcelonesa de Montgat (España), había sido víctima de una suplantación de identidad por parte del mafioso uruguayo Marcelo Roberto Marín, detenido en España por orden del juzgado de instrucción de Telde, en la isla de Gran Canaria.