El Congreso ha dado este martes su apoyo al modelo lingüístico de inmersión en Cataluña y ha pedido al Gobierno que defienda este sistema educativo en una moción que ha contado con el rechazo del PP y de los minoritarios UPyD y UPN.

En plena polémica por la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que obliga a que el castellano sea también lengua vehicular en la enseñanza de esa comunidad, ERC ha sacado adelante una moción con una enmienda de sustitución pactada con PSOE y CiU en defensa del modelo vigente.

Un modelo, según el portavoz de Esquerra, Joan Ridao, que utiliza esta lengua como idioma vehicular, facilita la integración, pero que también utiliza el castellano "atendiendo a la realidad social" existente en Cataluña.

En su opinión, el debate sobre el catalán no es un problema lingüístico sino político con la intención de "quebrar" el modelo lingüístico en Cataluña.

Para algunos -ha recalcado- "dios es español y habla castellano" y hay lenguas, como ésta, que sirven para ir por todo el mundo, mientras que otras, el caso del catalán, son para "estar en pantuflas en casa".

En apoyo de la iniciativa, el diputado Jordi Xuclà (CiU) ha ahondado en la idea de que no se trata de un debate "pedagógico" sino ideológico, y ha recordado al PP que en 1983, cuando se optó por la inmersión, su partido no votó en contra.

Un argumento parecido ha empleado el PNV y así Aitor Esteban ha señalado que de vez en cuando alguien se dedica a crear problemas donde no los hay -en alusión al TSJC-, aparte de existir "cierta fijación" con algunas cuestiones.

Desde el PSOE, Meritxell Batet, ha apoyado este modelo educativo "de integración", que garantiza que todos los ciudadanos "sean competentes" en catalán y castellano.

Ha apelado al PP para que vote a favor de esta moción y se recupere el "consenso" del pasado, al tiempo que ha insistido en que el derecho de los padres a elegir el idioma en el que quieren educar a sus hijos, a lo que apelan ahora los populares, no impidió que hace más de treinta años respaldaran el modelo.

Y Dolors Montserrat, por parte del PP, ha replicado que si entonces votaron a favor del sistema vigente fue porque en aquel momento era preciso un "apoyo especial" del catalán ya que se encontraba en una situación de "inferioridad" pero ahora "no sólo no corre peligro sino que goza muy buena salud".

Por tanto, cree razonable que algunas asignaturas se impartan en castellano y en inglés, ya que entiende que una educación trilingüe es una garantía "de futuro" para Cataluña,

Ha censurado a Ridao por acusar a su partido de querer "exterminar" este idioma. Y "si fuera cierto" ella no estaría en el PP porque sería ir contra sí misma.

Rosa Díez, portavoz de UPyD, también en contra de la iniciativa, ha dicho que ni la política ni el Estado están para promover "identidades" ni proteger "sentimientos", sino para garantizar derechos ciudadanos.

El texto acordado insta al Gobierno a respaldar el sistema educativo actual en Cataluña, el derecho a recibir la enseñanza en catalán, tal como dispone el Estatut y ha dictaminado el Tribunal Constitucional, y a defender el derecho del alumnado a no ser segregado por su lengua habitual.

Por otro lado, no ha salido adelante, al haber votado en contra PP y PSOE, una proposición no de ley de CiU para que el Gobierno, aprovechando las modificaciones en el Reglamento lingüístico de la UE que se producirán por el ingreso de Croacia, promoviera que el catalán, gallego y euskera, se convirtieran en idiomas oficiales en las instituciones europeas.

Inicialmente, la propuesta se refería únicamente al catalán, pero CiU ha aceptado una enmienda del BNG para que se incluyeran los otros dos idiomas.

Xuclà ha defendido la proposición en base a que Irlanda hizo algo similar para incorporar el irlandés como lengua oficial europea, pero los socialistas no creen que sea una cuestión que se deba vincular a la adhesión de Croacia, según Juan Moscoso.

Tampoco lo considera oportuno el PP, que si bien ha afirmado estar de acuerdo en lo esencial, no piensa que sea el mecanismo ni las circunstancias adecuadas "en estos tiempos tan borrascosos", ha afirmado Roberto Soravilla.