El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha instado a la comunidad internacional a "favorecer" un cambio en Siria tras admitir que en este país se están produciendo "las situaciones más graves de falta de libertad" y recordar que la comunidad internacional ha sido capaz de forzar un cambio de régimen en el caso de Libia.

"Siria debe estar también en la reflexión de Naciones Unidas, de las grandes potencias, para favorecer, impulsar un cambio de la situación tan dramática que se vive", ha explicado Zapatero este jueves en declaraciones a los medios al término de la cumbre de los Amigos de Libia convocada en París para consolidar el reconocimiento internacional del Consejo Nacional de Transición libio y comenzar a anticipar el apoyo internacional en la nueva fase que se abre en Libia.

Horas antes, Zapatero había aprovechado su intervención para advertir ante los principales líderes de la comunidad internacional, incluido el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, de "la amenaza muy seria" que representa la situación actual en Siria y había invitado a la comunidad internacional "a actuar", según han explicado fuentes de Moncloa.

"No podemos permanecer ajenos a las situaciones más graves de falta de libertad, a las ansias de un país, de un pueblo que quiere reformas, que quiere democracia", ha insistido Zapatero ante los medios tras la cumbre.

El presidente del Gobierno ha insistido en la implicación de la comunidad internacional para lograr un cambio en Siria tras recordar que, en el caso de Libia, "la comunidad internacional ha demostrado que cuando está unida, que cuando Naciones Unidas toma decisiones con fuerza desde el Consejo de Seguridad, se consigue un objetivo en meses después de 42 años de régimen de (Muamar) Gadafi".

El régimen de Bashar al Assad en Siria ha echo oídos sordos a los llamamientos de la comunidad internacional para que ponga fin a la represión contra los manifestantes pacíficos y para que impulse reformas políticas y económicas en el país.

Según datos de la ONU, más de 2.000 personas han muerto en el marco de la represión del régimen desde que estalló la revuelta popular en Deera y que después se extendió por todo el país.