Miembros del Gobierno y de la dirección del partido creen abortado el intento, pilotado por el lehendakari Patxi López, para realizar un congreso de forma urgente en el PSOE, que conllevara el cambio de la dirección del partido. El argumento que dan las fuentes consultadas por Europa Press es que Zapatero tiene la carta de convocar de forma inmediata las elecciones generales, algo a lo que se vería abocado si se siente sin legitimidad para seguir en el Gobierno.

Las fuentes consultadas explican que si finalmente parte del partido provoca la convocatoria de un congreso en contra de la voluntad de su secretario general en el Comité Federal del próximo sábado, Zapatero convocaría elecciones anticipadas. Algo que el PSOE está tratando de evitar y para ello se han afanado en frenar otras reacciones en defensa del congreso que se habrían producido.

En este sentido, argumentan que si Zapatero, que hace dos meses anunció que no quería volver a presentarse a unas generales, se ve despojado ahora de la secretaría general del partido, se sentiría sin legitimidad para seguir como presidente del Gobierno.

Por ello, los dirigentes consultados creen abortado el intento de que haya un congreso para echar a la actual dirección. "No va a haber congreso si Zapatero presiona a los secretarios generales con la amenaza de convocar elecciones (generales)", resumía un destacado miembro del PSOE.

Además, y desde el entorno del presidente opinan que quien ha defendido el congreso será quien tenga que explicar su posición y recuerdan que la tradición en el PSOE es que, una vez que el secretario general fija una posición, los órganos de dirección asumen esa posición. Y en este caso, Zapatero ha dicho en pocos días y por dos veces, que quiere unas primarias para elegir el candidato.

Las fuentes consultadas por Europa Press explican también que la propuesta de celebrar un congreso no era seguida de forma abrumadoramente mayoritaria por el partido, es más, señalan que causaba una profunda división, que casi partía por la mitad a los socialistas, entre los partidarios de ir a un congreso y cambiar ya la dirección y los que no creen que sea bueno abrir ahora ese melón.

Incluso algunos dirigentes han reconocido que la convocatoria de un congreso era una buena manera de evitar un enfrentamiento en las primarias. Sin embargo, la decisión de la ministra de Defensa, Carme Chacón, de dar un paso atrás, resta presión a la situación y también quita argumentos y aplaca a quienes defendían esta posibilidad frente a las primarias, tal y como admitían hoy mismo algunos diputados socialistas.

Un hecho este que, además, ella misma reconocía en su comparecencia de hoy al alegar que estaba "en riesgo" la "unidad" del partido, la "autoridad" de Zapatero y la estabilidad del Gobierno.

Por ello, la convicción que tienen algunos miembros del Ejecutivo es que si el asunto del congreso se lleva a la confrontación en el Comité Federal, ganaría la propuesta que hiciera Zapatero. "Zapatero espera que se imponga su criterio", aseguraban desde el entorno del presidente.

Además, hay sectores del partido que opinan que la propuesta de un congreso ha sido un "órdago mal calibrado", algunos incluso apuntan a que responde más a los nervios de algunos por la derrota electoral del pasado domingo que a un planteamiento bien reflexionado y hasta han llegado a decir, de manera metafórica, que ha sido una "grave irresponsabilidad" poner la "pistola en la cabeza" a Zapatero.

Trabajando en un acuerdo asumible por todos

Ahora, y una vez que la dirección del PSOE considera despejada la amenaza de celebrar un congreso, se está trabajando en lograr un acuerdo que mañana cierren los secretarios generales y que sea asumible por todos, pero que, ante todo, garantice la autoridad del secretario general del partido.

Algunas fuentes apuntan que la retirada de Chacón facilita mucho las cosas para lograr ese consenso, ya que uno de los impedimentos era la postura contraria de muchos partidarios de Rubalcaba de que éste tuviera que batirse el cobre en unas primarias con la ministra de Defensa.

Sin embargo, hay voces defensoras del congreso que no se han acallado por completo ya que hay quien considera que el argumento de López de poner primero las ideas y luego las caras sigue siendo válido, de manera que la renuncia de Chacón no cambia tanto el escenario, aunque admiten que sí quita presión.