"Vamos a ir a un proceso de primarias, que es lo que corresponde y es lo saludable". José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno, desoye a un gran sector de su partido que reclama una reflexión sobre la conveniencia de abrir un proceso de elecciones internas después del batacazo electoral del 22 de mayo. El gran abanderado es el PSE-EE, que reclama un congreso para redefinir las bases de la formación, mientras los diputados de otras zonas hacen un ejercicio de autocrítica 'online' y reconocen hechos como que no hay que culpar a la recesión económica del varapalo de las urnas, que hay "un problema ideológico" en el PSOE o que se hizo una "mala gestión" de la crisis.

"Por supuesto, vamos a ir a un proceso de primarias, que es lo que corresponde y es lo saludable". Zapatero desoye a un gran sector de su partido, que reclama que se reflexione sobre la conveniencia de abrir un proceso de elecciones internas después del batacazo del 22 de mayo. Los abanderados de este colectivo son los vascos, que solicitaban un congreso socialista para tratar esta cuestión, definir "un proyecto político renovado" y, por último, elegir a un nuevo líder "que cuente con todo el respaldo".

El PSE-EE piensa que... "La mejor solución es definir primero el qué y el para qué; es decir, qué ofrecemos a los ciudadanos". Así, apuesta por un proyecto "capaz de movilizar al electorado progresista, ilusionar a la ciudadanía y dar respuesta a las demandas de la sociedad". El elegido para personalizar esas propuestas debe ir a continuación.

El presidente dijo que había hablado con el lehendakari, Patxi López, y que le había expuesto las directrices del procedimiento. "Hemos estado completamente de acuerdo", aseguró a la salida del Congreso de los Diputados. Zapatero repetirá la conversación con los 'barones' del partido a las 18.00 horas de este viernes, en la sede de la calle Ferraz.

Las palabras de los miembros del PSE-EE no apuntan a que se hayan puesto "completamente de acuerdo", sino a que los vascos sólo acatan la decisión del presidente. Rodolfo Ares, secretario político de la delegación vasca del partido, reiteró que "el mejor camino" para determinar quién sucede a Zapatero es adelantar un congreso.

El también consejero de Interior del Gobierno de Euskadi explicó que no había hablado con el lehendakari sobre su conversación con el jefe del Ejecutivo, pero repitió que... "Lo que tenemos que hacer es debatir qué programa vamos a presentar en las próximas elecciones, presentar un proyecto que genere ilusión y simpatía, que recupere la confianza perdida y plantee alternativas a las necesidades de los ciudadanos".

Más allá de los límites de Euskadi, muchos diputados socialistas respaldan la propuesta vasca, y hacen público su apoyo a través de sus espacios personales en Internet. En estas plataformas, hacen autocrítica, reclaman una revisión del proyecto del PSOE y subrayan que no basta sólo con elegir a la persona que coja la antorcha de Zapatero.

José Luis Rascón, parlamentario por Córdoba, cree que el "cataclismo" político que vive el partido "no se soluciona" con un cambio de candidato, sino celebrando un congreso extraordinario de ideas. La finalidad es que "el partido se rehaga a sí mismo, encuentre nuevos liderazgos para superar los males coyunturales y estructurales".

El madrileño Elviro Aranda cree que la formación sufre "un problema ideológico, una notable debilidad organizativa y una ausencia de estrategia" que, a su juicio, obliga a hacer una análisis en profundidad. El catalán Sixte Moral admite que la derrota del 22M es "dura y difícil de digerir" y se plantea si sería mejor "rehabilitar" el partido o "derribarlo y volverlo a construir".

Unos y otros coinciden en que los socialistas deben pensar "muy seriamente" en lo que ha pasado, sin echar la culpa de lo sucedido a la crisis. La recesión no ha pasado factura a las "comunidades y ciudades donde gobierna el PP con mayorías muy elevadas y donde los casos de corrupción son alarmantes", lo que hace que Aranda se plantee... "Algo habremos hecho mal".

El madrileño ve "muy triste" que los socialistas "que han llevado al partido a resultados más propios de un partido minoritario que de una fuerza de gobierno", hayan empezado a "echar culpas a otros". Cierto es que "el fracaso ha sido nacional", pero hay comunidades como Valencia, Murcia o Madrid donde "los resultados ya eran desoladores y la corrupción del PP es sistémica". Según Aranda, sus líderes deberían asumir "la responsabilidad que les corresponde".

También Rascón cree que el "batacazo" no se debe sólo a la recesión; también a "la mala gestión" de la misma. El PSOE tardó en reconocer la crisis, tuvo más contradicciones de las debidas, improvisó "en exceso" y fue "duro con los débiles y débil con los poderosos". También considera que han fallado la comunicación, la cercanía con la gente y la manera de hacer política, por ejemplo, "improvisando candidaturas a 'tocomocho'".

Manel Mas, diputado del PSC, afirma que esta derrota se veía venir: "No podíamos esperar victoria salvo un milagro y los milagros son muy excepcionales y esporádicos". A su juicio, "el puso" estaba "perdido" desde que Zapatero presentó los recortes. "Ahora, desarbolados, destripados contra los arrecifes, nos encontramos náufragos en playas lejanas y tendremos que utilizar nuestro ingenio, nuestra voluntad, nuestras manos para reconstruir los barcos para volver a navegar".

Guillermo Fernández Vara, presidente en funciones de la Junta de Extremadura, está seguro de que, si se hace "un debate pueblo por pueblo, socialista por socialista", el mundo mirará al PSOE "con perplejidad". Desde su punto de vista, las primarias no son adecuadas, y así lo hizo saber en Antena 3, donde agregó que el proceso de decisión sobre el sucesor de Zapatero tiene que ser "enormemente rápido".

PROCESOS COMPATIBLES

Un sector del partido defiende que las primarias y el congreso son procesos compatibles. A la cabeza, Gaspar Zarrías, secretario de Estado de Cooperación Territorial y secretario de Política Autonómica, y Rafael Simancas, diputado socialista y ex secretario general del PSM. Éste sostuvo este miércoles que ambos son "simultáneamente necesarios".

Según dijo, "hay que hacer primarias para elegir al candidato y hay que hacer un congreso para elegir una nueva dirección y un nuevo proyecto". Simancas incidió en que el voto de la ciudadanía es un reclamo a "algo más que un simple cambio de candidato". Lo que pidieron los electores, a su juicio, es que el PSOE se plantee sus "estrategias, formas de hacer política" y "lo más inteligente es hacerlo en el seno de un congreso".

Mientras, los hombres más cercanos a Zapatero no se 'mojan'. Manuel Chaves, vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, optó por desviar la atención con un ataque a la oposición y afirmó que su formación arregla sus problemas "de manera absolutamente democrática, no como el PP".

José Bono, presidente del Congreso, espera que el Comité Federal ponga fin a los asuntos internos, porque "lo importante" es el programa socialista para las generales. Él aboga por que los socialistas no se vuelvan "neuróticos" con la sucesión, porque eso no es lo que "quita el sueño" a los ciudadanos. "A los españoles les quitan el sueño sus hipotecas, su empleo, la sanidad, la educación, las carreteras"... "A eso hemos de dedicarnos".

Juan Fernando López Aguilar subrayó que existe una "unidad rocosa" en el seno de la formación y explicó que este debate no se debe "interpretar como división". El eurodiputado considera normal que, tras el varapalo del 22M, el partido "se tome su tiempo para pensar", que "surjan ideas" y que algunos "las expresen en voz alta".