El Partido Popular ha traducido este martes sus deseos de adelanto electoral en un emplazamiento al jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para que presente una cuestión de confianza en el Congreso, propuesta acogida a su vez con un reto de los socialistas al PP: que presente una moción de censura.

La Cámara Baja ha sido el escenario en el que se han cruzado estos mensajes los portavoces parlamentarios de ambos grupos dos días después de que los populares lograran una clara victoria en las urnas en las elecciones municipales y autonómicas.

El desafío inicial ha partido de la representante del PP, Soraya Sánez de Santamaría, quien ha instado a Zapatero a demostrar con una cuestión de confianza que, tras la cita electoral del 22-M, tiene los apoyos necesarios para seguir gobernando.

"Dado que no tiene la confianza ciudadana, sería el momento para que el PSOE muestre si tiene los apoyo para seguir gobernando con estabilidad", ha recalcado.

La contestación socialista ha llegado poco después en boca de José Antonio Alonso, quien ha rechazado la petición del PP y, a su vez, le ha lanzado un reto: "Si quiere acabar con el Gobierno, que presente una moción de censura".

"A ver quién en la Cámara -aparte de los diputados del PP- va a votar a Rajoy", se ha preguntado Alonso, quien ha asegurado que los socialistas cuentan con el apoyo parlamentario suficiente como para seguir con la tarea parlamentaria pendiente y para que haya estabilidad en el Congreso.

Una moción de censura puede ser propuesta por la décima parte de los diputados y obliga a presentar un candidato alternativo a la Presidencia del Gobierno, mientras que la cuestión de confianza es planteada por el propio Ejecutivo sobre su programa o sobre una declaración de política general.

En nombre del PNV, que hasta ahora ha apoyado al Gobierno, su presidente, Íñigo Urkullu, ha subrayado que su partido no tiene alianzas que le comprometan a mantener al Ejecutivo de Zapatero, por lo que le ha instado a reflexionar sobre cómo va a terminar la legislatura.

Por su parte, Izquierda Unida e ICV se ha mostrado a favor de agotar la legislatura si eso sirve para girar a la izquierda.

Comienzan los pactos

Mientras el intercambio de propuestas y opiniones se sucedía en el Congreso, en Comunidades y municipios en los que serán necesarios pactos para formar gobierno han empezado los movimientos.

Incluso los hay en alguna región donde se daban por hecho los acuerdos, como Extremadura, donde Izquierda Unida se muestra ahora más ambigua.

Los portavoces de esta fuerza política en los principales ayuntamientos extremeños han subrayado que serán los militantes de la coalición los que decidan, en asambleas, un posible apoyo al PSOE para gobernar en la Junta de Extremadura, tanto con un pacto estable como con apoyos puntuales.

A la espera de que se despejen esas incógnitas, el PP ha anunciado que hará auditorías internas de las administraciones autonómicas y de la mayoría de las municipales que herede del PSOE para disipar las sospechas sobre la situación real de las finanzas.

Ante esas dudas, el director general de la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas), Victorio Valle, ha descartado la existencia de un déficit oculto en Comunidades y ayuntamientos y ha considerado que la prueba es que el endeudamiento de estas administraciones ya es bastante alto.

Los resultados del domingo están provocando también que se prodiguen las voces en el PSOE que abogan por la conveniencia de que haya un único candidato en el proceso de primarias para relevar a Zapatero como candidato a la Presidencia del Gobierno.

Pero frente a ellas, el lehendakari, Patxi López, en nombre de los socialistas vascos, ha hecho un planteamiento acogido inicialmente con el silencio por parte de dirigentes como José Blanco: el PSOE debe convocar un Congreso porque primero ha de decidir qué quiere ofrecer y luego quién abandera el proyecto.