Juan Alfonso Rey y José Alfonso García ya están de camino a sus casas en Muros (A Coruña) y Pontevedra, después de aterrizar con un cuarto de hora de antelación sobre el horario previsto --sobre las 00.45 horas de este jueves-- en el aeropuerto compostelano de Lavacolla, donde se han mostrado agradecidos "a todo el mundo" y, sobre todo, "muy felices y muy contentos".

"Con ganas de llegar a casa para descansar y estar con la familia". Así ha resumido su sensación el muradano Juan Alfonso Rey, capitán del buque 'Vega 5', que el pasado 28 de diciembre fue secuestrado en aguas mozambiqueñas por piratas somalíes y cuyo cautiverio, junto a su compañero y contramaestre del barco, el pontevedrés José Alfonso García, se prolongó durante 137 días.

Casi cinco meses que, en palabras de Rey, han sido "una experiencia muy dura, muy difícil". "Pero gracias a Dios, y a todo el mundo, se terminó", ha resaltado en su intervención ante los medios de comunicación, que se ha producido después del encuentro, en privado, con sus familiares, y el recibimiento por una amplia delegación institucional.

Ambos han aparecido por la puerta de la sala B de llegadas de la terminal santiaguesa en torno a las 1.30 horas, del brazo de sus mujeres, y han dedicado breves palabras a los periodistas. "Gracias a todos", ha finalizado el capitán del 'Vega 5', visiblemente emocionado.

Por su parte, García ha querido, en primer lugar, "dar las gracias a la compañía" Pescanova, cuya filial Pescamar operaba el barco apresado por piratas y cuyo presidente, Manuel Fernández de Sousa, ha sido una de las personalidades que ha dado la bienvenida a los pescadores a la capital gallega. "Desde el primer momento nos trató estupendamente", ha subrayado.

Con notables síntomas de cansancio, después de un vuelo privado habilitado por la propia empresa y que ha hecho escala, presumiblemente, en Italia, el pontevedrés ha hecho hincapié en la necesidad de estar con sus allegados. "Me tenéis que perdonar, pero necesito estar con mi familia, no tengo nada más que decir", ha incidido, ante aplausos de los asistentes.

Después de estas breves intervenciones, Juan Alfonso Rey y José Alfonso García se han dirigido de nuevo, junto a sus esposas, al interior de la sala de llegadas, desde donde han abandonado el aeropuerto para iniciar el trayecto hacia sus hogares.