El fotógrafo español Manu Brabo dijo hoy a Efe, tras su liberación en Trípoli, que se encuentra "bien", con "ganas de descansar" y "volver a trabajar", aunque prefirió no proporcionar detalles sobre su detención en Libia durante el último mes y medio.

"Estoy bien, estoy hecho un titán", comentó Bravo en conversación telefónica con Efe desde el hotel de Trípoli adonde fue trasladado tras ser puesto en libertad, aunque reconoció que todavía se encuentra "algo confuso y aturdido" y con "muchas ganas" de llegar a España.

Brabo fue liberado hoy en Trípoli junto a otros tres periodistas detenidos por el régimen libio, informó el portavoz del Gobierno libio, Musa Ibrahim, en declaraciones a la televisión estatal.

Además del fotógrafo español, los liberados son los reporteros estadounidenses James Foley y Clare Morgana Gillis y el británico Nigel Chandler, según el portavoz libio.

Sin embargo, el fotógrafo sudafricano Anton el Hammerl -desaparecido junto a Brabo y los dos estadounidenses cuando viajaban juntos en un automóvil el pasado 4 de abril cerca de Brega- no ha sido puesto en libertad.

Los cuatro periodistas fueron juzgados ayer, martes, por un tribunal administrativo de Trípoli que les condenó a una pena de un año de prisión "condicional" y a una multa de 200 dinares libios (154 dólares) cada uno por entrada ilegal en el país, según aseguró Ibrahim.

La prisión "condicional" equivale a una libertad condicional ya que significa la suspensión de la ejecución de la pena mientras el condenado no cometa otro delito en un período de tiempo determinado, habitualmente igual al de la duración de la pena.

Los cuatro reporteros liberados llegaron esta tarde al hotel Rixos de Trípoli, según indicaron a Efe testigos presenciales, que dijeron que su apariencia física era buena pese a que mostraban ostensibles signos de cansancio.

Manuel Varela de Seijas Brabo, conocido profesionalmente como Manu Brabo, fue detenido el 4 de abril en la carretera entre Brega y Ajdabiya, en la zona oriental de Libia, junto a James Foley, Clare Morgana Gillis y Anton el Hammerl.

El Gobierno libio afirmó semanas después que se encontraban detenidos por entrada ilegal en el país.

El pasado 23 de abril Brabo pudo hablar por teléfono con sus padres, a quienes les dijo que se encontraba bien en una prisión militar de Trípoli, donde recibió la visita de un enviado del Gobierno español.