El presidente del PP, Mariano Rajoy, se ha mostrado hoy convencido de la victoria de su partido en las elecciones del próximo domingo, y en "cualesquiera que se pongan por delante", gracias al apoyo renovado de muchos de los que en otras épocas optaron por el PSOE.

En Palma, un día antes de visitar Valencia y aparecer en público junto al presidente valenciano, Francisco Camps, Rajoy ha defendido a su candidato autonómico en las islas, José Ramón Bauzá, por su "temple y firmeza" en la toma de decisiones.

El líder del PP balear, entre otras decisiones, ha eliminado de las listas electorales a todo aquel que esté imputado o implicado en algunos de los casos de corrupción que supuestamente crecieron y se ramificaron con Jaume Matas como presidente.

Al margen de eso, hoy ha sido un día en el que directamente Rajoy ha declarado que en su partido serán bien recibidos los exvotantes del PSOE.

La dirección del PP no tiene dudas sobre el éxito que tendrá el partido en ese caladero de votos como consecuencia, sobre todo, de la gestión de la crisis que ha mostrado el Gobierno y el esperado desapego de sus simpatizantes.

Esos ciudadanos decepcionados serán, según la dirección popular, los que ampliarán la victoria del Partido Popular, y no sólo para la cita con las urnas del domingo que viene, sino también para sucesivas convocatorias.

A diferencia de las jornadas anteriores, en las que el líder del PP personalizaba sus críticas en José Luis Rodríguez Zapatero, al que recordada su frase sobre "los bellacos", Rajoy ha opinado que el principal motivo que llevará al PSOE a abandonar el poder será la desconfianza que genera con sus iniciativas y, muchas veces, con sus "mentiras" e "improvisaciones".

El PP, en el caso de gobernar, se propondrá como objetivo esencial, casi único, la creación de puestos de trabajo hasta dejar la actual tasa de paro en la mitad, algo que inmediatamente traerá consigo la recuperación económica, de acuerdo con las explicaciones de Rajoy.