El presidente del Gobierno y líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha mostrado optimista respecto al futuro de España y de su partido y ha asegurado: "Estamos mucho mejor de lo que parece y lo vais a vivir".

Con esta frase, Zapatero ha cerrado su discurso durante el acto de celebración del décimo aniversario de su llegada a la Secretaría General del PSOE, al que han asistido unos 150 dirigentes del partido y miembros de sus sucesivos gobiernos en estos años.

Ha querido recordar la expresión con la que inició el 35 Congreso Federal del PSOE, en el que inesperadamente fue elegido secretario general, cuando dijo: "No estamos tan mal". "Hoy -según Zapatero- estamos mucho mejor de lo que parece y lo vais a vivir".

En un discurso en el que ha repasado los avances que los socialistas han propiciado en estos seis años de Gobierno, y en el que ha vaticinado que las reformas estructurales darán su fruto a medio o largo plazo, Zapatero ha expresado su optimismo por el futuro y lo ha justificado "en las potencialidades de España y de los españoles".

"Yo no soy optimista porque desconozca las dificultades; soy optimista porque conozco las potencialidades de España y de los españoles (...) que hemos superado momentos difíciles y demostrado al mundo que somos un país moderno, avanzado y capacitado como cualquier otro", ha apostillado.

Pero no ha despejado una de las incógnitas que algunos socialistas esperaban aclarar en la jornada de hoy: si será candidato de nuevo a la Presidencia del Gobierno en las próximas elecciones generales. "Los tiempos en política son un valor", ha dicho Zapatero después en una reunión informal con periodistas.

Durante su alocución, Zapatero ha defendido el espíritu reformista de los socialistas y su "visión de larga distancia", capaces -ha dicho- de tomar medidas que tienen beneficios a corto plazo, pero también otras cuyo rendimiento no se percibe hasta pasado un tiempo, como la reforma del mercado laboral o la de las pensiones. Son las decisiones "más difíciles de tomar, pero también las más necesarias".

Con ese espíritu reformador, ha sostenido que los socialistas nunca han aceptado que las cosas sigan como están cuando no funcionan.

"Recordad que los ciudadanos de este país desean que se les digan las cosas, aunque sean difíciles, pero también que se les marque un rumbo de confianza", ha juzgado.

También ha hecho una breve mención a la huelga general convocada por CCOO y UGT para el 29 de septiembre y ha sido para recordar que el PSOE siempre ha sabido encajar las críticas. "Siempre las hemos sabido aceptar, también las huelgas", ha proclamado.

"Nosotros no miramos hacia otro lado con los problemas, aunque hayan sido otros los que los han provocado", ha garantizado, en su única referencia implícita a la situación en Cataluña tras la sentencia del Constitucional sobre el Estatut, recurrido por el PP.

En ese punto, ha prometido que los socialistas seguirán siendo "facilitadores de la convivencia y del entendimiento" y "actores de la integración en España plural, diversa, de diferentes pero iguales en derechos y libertades".

Convencido de que el PSOE es "el partido que más se parece a España", el líder socialista ha puesto el acento en que esa fuerza política respeta todas las lenguas y todas las banderas, que no las usa unas en contra de otras y "las abraza todas" para que España esté unida "en la diversidad y la convivencia".

Zapatero no se ha olvidado de la guerra de Irak en su intervención, ha evocado que su primera medida al llegar al Gobierno fue ordenar la retirada de las tropas de aquel país, y ha trasladado su orgullo por el trabajo de los soldados españoles y los cooperantes, el mundo de la cultura o de la ciencia.