El portavoz de CiU en el Congreso de los Diputados, Josep Antoni Duran i Lleida, ha afirmado que el Tribunal Constitucional (TC) ha actuado en relación con el Estatuto catalán como "separador" de Cataluña y España, reforzando "la opción independentista", y en ese contexto ha advertido de que los nacionalistas catalanes ya no se reconocen en la Constitución de 1978 tal y como se interpreta en la sentencia.

En su primera intervención durante el Debate sobre el Estado de la Nación, Duran i Lleida ha dicho a los diputados que "hoy la Constitución interpretada por el actual Constitucional" no es la que los partidos políticos pactaron, pues ha manifestado que "la sentencia y todo lo que la ha envuelto ha sido y es una nueva causa separadora". "La sentencia ha sido el acto más separador de los últimos 35 años", ha añadido.

Pero además del contenido de la sentencia y los recortes en determinados artículos, también ha censurado el momento en que se dio a conocer, es decir, el día anterior a la manifestación convocada en Barcelona en defensa de la norma catalana y que reunió a cientos de miles de personas.

Para el diputado nacionalista, la sentencia es "mala" y se dio a conocer "en el peor de los momentos", por lo que se ha referido a la actuación del Tribunal Constitucional como la "mayor torpeza". Aún así, ha manifestado su voluntad de "seguir luchando para el reconocimiento del pueblo" catalán "como nación".

Además, ha criticado las reacciones tanto del PP como del PSOE tras la sentencia, acusando a ambos partidos de importarles más "quién ganaba la partida que lo que realmente estaba en juego: el encaje de Cataluña en España".

Zapatero responde

Zapatero, por su parte, le ha pedido a CiU que distinga entre el sentimiento político y el verdadero alcance jurídico de la sentencia del Constitucional sobre el Estatut, y ha defendido la vía legislativa como alternativa a la inconstitucionalidad de algunos preceptos.

En su réplica a Josep Antoni Duran Lleida, en el debate sobre el estado de la nación, Zapatero ha evocado las palabras del presidente de los nacionalistas catalanes, Artur Mas, en la tribuna del Congreso, durante la toma en consideración de esa reforma estatutaria.

Mas admitió en ese momento que el texto que se iba a tramitar no pretendía un cambio constitucional, porque si algún día se quería aspirar a un Estado plurinacional no habría que modificar el Estatut catalán sino la Constitución.

Zapatero ha restado gravedad al alcance de la sentencia del TC, hasta el punto de pedir a Duran Lleida que no hiciera "de un problema de sensibilidad política", por la tardanza del Tribunal en dictar sentencia, "una cuestión de fondo que, a la larga y con sosiego", se demostrará que "no tiene fundamento suficiente".

No obstante, se ha mostrado comprensivo con la reacción que ha suscitado en Cataluña la decisión del Constitucional, especialmente por los casi cuatro años que ha tardado en pronunciarse, pero ha insistido en que no hay que confundir el alcance jurídico y el sentimiento político.

Ha hecho hincapié el presidente en que, desde el punto de vista estrictamente jurídico, muchos de los preceptos declarados inconstitucionales por el TC, como la creación de un consejo superior de Justicia en Cataluña o algún aspecto de la financiación autonómica, tienen alternativas perfectamente viables.

Como ejemplo, ha anotado que el TC no dice que Cataluña no pueda tener un consejo superior de Justicia, sino que no puede crearse en un estatuto de autonomía, por lo que debe abordarse modificando la Ley Orgánica del Poder Judicial.

Además, Zapatero ve una vertiente muy relevante en la sentencia, ya que, al avalar la mayor parte de los artículos, es "una garantía del autogobierno de Cataluña".

Y ello porque, si algún día gobierna el PP y pudiera "tener la tentación" de "minar contenidos" del Estatut a través de leyes orgánicas, no podría hacerlo.

"El Tribunal Constitucional ha validado la gran mayoría de los preceptos, ha blindado en gran medida las posibilidades de que el Estatut sea atacado desde esa perspectiva", ha señalado.

También ha advertido a Duran Lleida de que quienes defendieron la constitucionalidad del Estatut no pueden decir ahora "cosas distintas", ni tampoco "elevar el tiempo de suspicacia política, de inquietud y de incertidumbre" hasta hacer de ello una categoría de resultados jurídico-políticos.

En su respuesta a Duran Lleida, Zapatero le ha garantizado que como presidente del Gobierno y líder del PSOE se tomaba "muy en serio" las reflexiones del portavoz de CiU, quien le ha pedido que adelante las elecciones generales porque su ciclo "ha terminado".