El ex dirigente etarra Javier García Gaztelu, 'Txapote', ha mandado este lunes al "carajo" al tribunal de la Audiencia Nacional que le juzga por entregar armas a las integrantes del 'comando Aralar' Nerea Garro y Ainara Esteran y ordenarles viajar a Madrid para reunir datos sobre posibles objetivos de ETA.

Durante la primera sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Nacional, al ser interrogado por la presidenta de la sección cuarta de la sala de lo penal de este tribunal, Ángela Murillo, si iba a responder a alguna de las preguntas de las partes, 'Txapote' se ha limitado a espetarle: "Váyanse al carajo".

Por este motivo, Murillo ha ordenado su ingreso en la "pecera" blindada de la sala, desde donde el acusado ha seguido el resto de la vista, que continuará mañana.

En esta ocasión, García Gaztelu se enfrenta a cinco años de prisión que solicita para él la fiscal Teresa Sandoval por dos delitos de terrorismo, uno en relación con uno de tenencia ilícita de armas y otro con un delito continuado de falsificación de documento oficial.

Según la representante del Ministerio Público, en octubre de 2000, 'Txapote', junto al también dirigente de ETA Juan Antonio Olarra Guridi, ordenó a las integrantes del comando que fueran a Madrid "a fin de que conocieran la ciudad, y una vez la dominaran, elaboraran informaciones detalladas de jueces, políticos, militares o miembros de las fuerzas de seguridad".

Asimismo les ordenó buscar aparcamientos donde pudieran pasar desapercibidos los vehículos que la banda robara para utilizar en futuros atentados.

Para ello, el 28 de octubre, 'Txapote' y Olarra Guridi entregaron a Garro y Esteran -condenadas a nueve años y medio de cárcel por estos hechos- dos pistolas con cargadores y cartuchos, dos fundas de pistola, un millón y medio de pesetas, 3 juegos de DNI y permisos de conducir falsos, además de otros documentos falsificados.

Este punto ha sido corroborado por varios policías que participaron en el seguimiento y detención de las dos terroristas y que incautaron todo este material en un piso situado en la calle Infantas de Madrid.

Los agentes también han explicado cómo las dos fueron arrestadas después de que acudieran a la embajada de Cuba en Madrid a pedir asilo político, que les fue denegado.