La presidenta de la Comunidad y del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, aseguró este miércoles que la aplicación del Real Decreto del Gobierno central por el que se baja el 5 por ciento el sueldo a los empleados públicos se ha traducido en huelga "sólo" en la región, al tiempo que ha señalado que los paros que se han llevado a cabo en el Metro obedecen a razones políticas con el fin de "desgastar" al Gobierno madrileño.

"Si esto no es una huelga política, que venga Dios y lo vea", aseveró Aguirre ante el Comité Ejecutivo del PP de Madrid, reunido en Génova, donde explicó que pocas veces una huelga "pese a disfrazarse de razones laborales, ha escondido menos su carácter político".

También reprochó a PSOE e IU que no condenaran este martes en la Asamblea de Madrid el incumplimiento de los servicios mínimos en el suburbano y les ha advertido de que están "equivocados" si piensan que con su actitud van a obtener réditos electorales.

"Si el PSOE e IU creen que esta actitud de benevolencia con los huelguistas salvajes les va a traer réditos electorales, es que su desconexión con la realidad madrileña es mayor de lo que yo me imagina. No tendrían más que conectarse a los blog o periódicos de izquierdas. Si se conectaran a los blogs de los que sí les son afines podrían comprobar cómo apoyando a los huelguistas están cada vez más lejos de los ciudadanos de Madrid", puntualizó.

La dirigente autonómica recalcó que los paros que han tenido lugar en el suburbano madrileño desde el lunes se han convocado "contra la aplicación en Madrid de un Real Decreto Ley del Gobierno convalidado por las Cortes" y sostuvo que en Cataluña también se ha aplicado esta normativa a funcionarios, empleados directos de la administración y de las empresas públicas y "no ha habido de momento ninguna huelga, ni mucho menos algo parecido a lo de Madrid".

Huelga contra la comunidad

Así, quiso dejar claro que si los sindicatos "hubieran querido oponerse al Real Decreto del Gobierno podrían haber convocado una huelga contra esa rebaja salarial y contra quien la que la ha decretado, es decir, el PSOE y su líder, Zapatero".

"Que conste que si hubiera hecho eso no hubiera estado del lado de los sindicatos. Pero ellos no hacen nada contra Zapatero y se lanzan a una huelga salvaje contra el Gobierno de la Comunidad de Madrid que lo único que hace es cumplir el Real Decreto Ley del Gobierno central, aunque, eso sí, aplicándoselo a todos los que reciben un salario que pagan todos los ciudadanos y cuyo empleo no está en riesgo", reseñó.

Desde su punto de vista, "pocas veces" se había visto "tan claro" que los sindicatos actúan "de correa de transmisión de las maniobras políticas" y recordó que fue Lenin quien les asignó la tarea de llevar al mundo laboral "los intereses y objetivos que se marcan desde los partidos políticos".

"Pensé que Lenin ya estaba olvidado, pero por lo visto en España tenemos la desgracia de contar todavía con algunos que siguen sus doctrinas, estrategias y tácticas", apostilló.

No obstante, precisó que con esto no quiere decir que PSOE e IU "sean lenninistas", aunque, apuntó, el martes en la Asamblea de Madrid "se negaron condenar el comportamiento salvaje de los huelguistas incitando al no cumplimiento de los servicios mínimos que dejan indefensos a 6,4 millones de madrileños a los que los sindicalistas han tomado como rehenes".

Desgastar al gobierno

También argumentó que los mismos sindicatos que no hacen "nada" contra el presidente del Gobierno son los que han montado una huelga contra los madrileños "para ver si así desgastan a su legítimo Gobierno". En ese punto, les advirtió de que no pueden decir que los paros obedecen a que los servicios mínimos que se han impuesto son "excesivos".

De hecho, recordó que los servicios mínimos se fijaron en el 50 por ciento porque en anteriores huelgas se habían cifrado en diferentes porcentajes y el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) sentenció que el 50 por ciento "eran los mínimos que debían ponerse en servicios públicos como el Metro de Madrid".

Finalmente, aseveró que no le parece "lógico" que si profesores, policías o guardias civiles aceptan bajarse el sueldo un 5 por ciento "para colaborar con el bien común y porque es imprescindible para que España vuelva a la senda del empleo y de la prosperidad", no lo acepten "otros trabajadores que tienen el puesto de trabajo asegurado y que su salario lo pagan gracias a los impuestos en una parte muy importante".