El Gobierno aprobó ayer la reforma del aborto, que establece el aborto libre hasta la semana 14 y sitúa en 16 la mayoría de edad para decidir sobre la interrupción voluntaria del embarazo, una decisión que fue criticada por el PP, que ha anunciado que rechazará el proyecto en el trámite parlamentario.

El Consejo de Ministros dio ayer el visto bueno a la remisión a las Cortes Generales del Proyecto de Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, una ley que, según la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, es "sensata y ajustada a derecho". Fernández de la Vega aseguró que "derechos, garantía, seguridad y respeto son las claves de la nueva ley", que incorpora algunos cambios respecto al anteproyecto, siguiendo recomendaciones de algunos informes preceptivos, como el del Consejo de Estado. El proyecto establece que hasta la semana 14 de gestación la mujer podrá abortar libremente, siempre que haya recibido información sobre sus derechos y las ayudas de que puede disponer para la maternidad, al menos tres días antes del aborto. De manera excepcional, hasta la semana 22, se podrá abortar en dos supuestos: si estuviera en riesgo la vida o la salud de la embarazada o si hubiera graves anomalías en el feto. La nueva ley castigará no sólo a quien practica un aborto fuera de los supuestos establecidos, sino a quien lo haga sin contar con los informes preceptivos.

La secretaria de Educación e Igualdad del PP, Sandra Moneo, criticó que la reforma presenta a los jóvenes el aborto "como un método anticonceptivo". Moneo anunciado que el PP presentará una enmienda a la totalidad al proyecto del aborto.