Algunos de ellos se han sentado en el banquillo en más de una ocasión, siendo Dolores López Resina, "Lola", la que lo ha hecho más veces, un total de diez, lo que le ha supuesto condenas que suman unos 200 años de cárcel.

Le sigue José Javier Arizcuren, "Kantauri", quien en seis juicios ha llegado a acumular más de 1.000 años de prisión.

La mayor condena recayó en dos miembros del "comando Madrid", Manex Zubiaga (1.521 años) y Lexuri Gallastegi (1.476 años), por atentar contra el subsecretario de Policía Científica Juan Junquera.

De esos 45 juicios han surgido 8 sentencias absolutorias para la totalidad de los procesados y en otros cuatro ha habido absoluciones de acusados juzgados junto a otros miembros de ETA que fueron condenados, con lo que en total han sido 21 los absueltos.

De los juicios al entorno etarra, destaca el que se siguió contra 27 responsables de Gestoras y de su sucesora Askatasuna, que se saldó con la declaración de ilicitud de ambas organizaciones por formar parte de ETA y con condenas de entre 8 y 10 años de cárcel para 21 de los procesados, entre ellos Juan María Olano.

2008 ha sido un año de constantes operaciones policiales contra ETA y su entorno.

De hecho, las cárceles españolas albergan a día de hoy, el mayor número de presos etarras de su historia: unos 670, dos centenares más que cuando se produjo el atentado de la T-4 en Madrid en diciembre de 2006, lo que supone ocho reclusos más cada mes.

Este año también ha sido intensa la lucha contra la "kale borroka" y así, un sólo juez, Fernando Grande-Marlaska, ha coordinado la detención de 74 jóvenes por ese tipo de ataques.

De esos 74, 50 permanecen en prisión y 24 en libertad, cifras que contrastan con las de 2007, cuando comparecieron 51 jóvenes ante los seis Juzgados de Instrucción de la Audiencia Nacional.

La cifra más baja de detenciones por violencia callejera, con 15 arrestos, fue en 2006, año en el que ETA decretó el llamado "alto el fuego permanente", que quebró con el atentado en la T-4 del aeropuerto de Barajas el 30 de diciembre de ese mismo año.

En enero de 2008 fueron detenidos dos presuntos responsables de ese atentado, los miembros del "comando Elurra" Igor Portu y Mattin Sarasola, a los que también se acusó de planear un atentado en el complejo AZCA de Madrid.

Meses después, en julio, era desarticulado el "comando Vizcaya", al que el juez Baltasar Garzón atribuyó el asesinato del guardia civil Juan Manuel Piñuel y los intentos de secuestrar al concejal socialista Benjamin Atutxa y de matar a Grande-Marlaska.

Antes de enviar a prisión a siete detenidos en esa operación, Garzón viajó a La Rioja para presenciar, junto al jefe del "comando", Arkaitz Goikoetxea, el registro de dos zulos en los que fueron hallados 125 kilos de explosivos y tranquilizantes para secuestros.

Un presunto miembro de este "comando", Jurdan Martutegi, iba haber sido juzgado en enero junto a otros 18 jóvenes por "kale borroka", pero huyó, se integró en el "Vizcaya" y se sospecha que ha asumido la dirección de ETA a raíz de las detenciones en Francia de Garikoitz Aspiazu, "Txeroki", y Aitzol Iriondo.

Mientras, Garzón siguió descabezando a Batasuna y en febrero envió a prisión a 11 de sus responsables, que se sumaban a los 17 encarcelados en octubre de 2007 tras ser detenidos en Segura (Guipúzcoa).

También fue crucial la intervención del juez para evidenciar la vinculación de ETA al Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV) y Acción Nacionalista Vasca (ANV) y, antes de que el Tribunal Supremo los ilegalizara, suspendió sus actividades y clausuró sus sedes el 8 de febrero.

La investigación del aparato de extorsión de ETA ha centrado también la labor de Garzón y en octubre procesó a 24 personas, seis de ellas directivos de la empresa Azkoyen, y retiró la imputación a otras once, como el ex dirigente del PNV Gorka Agirre.

Por otra parte, una de las decisiones más polémicas en la Audiencia Nacional, ha sido la excarcelación de Elena Beloki, condenada de 13 años de cárcel por pertenencia a ETA, para someterse a un tratamiento de fecundación.