El Partido Comunista de España (PCE); cumple mañana el 30 aniversario de su legalización convencido de la «plena vigencia» de su proyecto, a pesar de que «España y el mundo han cambiado mucho» en este tiempo, según señaló ayer el secretario general de la formación, Francisco Frutos. A su juicio, la definitiva incorporación del partido a la vida pública aquel 9 de abril de 1977 - que se conoció popularmente como «Sábado Santo Rojo» - fue meramente «formal», ya que, en la práctica, el PCE estaba tan presente en la sociedad que, durante el franquismo, «se hablaba del "partido" porque no había otro».

A pesar de que el proyecto comunista se encuentra en buena parte «diluido» en IU, Frutos insistió en que el «grueso ideológico, político y moral» del PCE a la hora de afrontar problemas como las guerras o la pobreza sigue vigente, a la vez que censuró en parte la renuncia al ideal republicano que realizó el que fuera líder del partido en 1977, Santiago Carrillo. El actual secretario general comparte con Carrillo que en aquellos momentos convenía ser «prudente», pero, en su opinión, Carrillo tomó una decisión personal e innecesaria «con el pretexto y la excusa de que había rumor de sables y el peligro de un golpe de Estado». Al respecto, recalcó que el PCE «no se convertirá en monárquico ni hoy ni mañana ni nunca», pese a reconocer el papel que jugó Rey en aquel entonces.