Las imágenes de un león atacando a su cuidador han inundado las redes sociales. Evidentemente, no sabemos qué estímulos exteriores pudieron darse ni que pasó por su mente pero, en cualquier caso, todo el mundo se extraña de lo que, simplemente, es un comportamiento natural. Es posible que fuera criado a biberón y que, en el pasado, ambos tuvieran una relación muy estrecha, pero su instinto salvaje no le abandona nunca. Llegado el momento, el león debe cumplir con su deber más sagrado: defender su territorio. Al fin y al cabo, él nunca eligió vivir en cautividad.