Recientemente se han conocido varios casos de personas que han dejado a sus animales al cuidado de amigos porque se marchaban de viaje y, a la vuelta, se han encontrado con que éstos se niegan a devolvérselos. Evidentemente, en todos los casos se trata de perros de raza que, al parecer, tienen un valor económico en el mercado. Todo esto ha ocurrido, entre otras cosas, porque los animales no llevaban chip identificativo. La solución vendrá por parte de los juzgados pero, por favor, mucho cuidado porque, igual que no es oro todo lo que reluce, tampoco es amigo todo el que lo aparenta.