Si queremos acabar con el maltrato hacia los animales la clave está en la educación de los niños y niñas. Enseñarles la importancia del respeto y que aprendan a relacionarse con ellos de forma sana desde pequeños. Por desgracia, es frecuente encontrar, por ejemplo, a niños persiguiendo a las palomas, asustándolas e incluso dándoles patadas mientras sus padres y madres miran impasibles, incluso en ocasiones riéndose de esta acción.

Educar a los niños enseñándoles a respetar a los demás es algo absolutamente imprescindible para que en el futuro tengan un correcto funcionamiento social, no solamente con los animales sino también con el resto de personas. De la misma forma que es muy importante y positivo que aprendan a gestionar de forma sana su mundo emocional. El correcto desarrollo del funcionamiento emocional del niño implica el conocimiento de las emociones, tanto de las suyas propias como las de los demás. Esto supone que aprendan a identificar cuándo el ser que tienen enfrente está sufriendo. Un ejemplo de esto sería cuando visitan un zoo donde los animales están encerrados o un circo donde son obligados a realizar comportamientos que no son propios de su especie y que son esclavizados para la diversión de los humanos. No es sano que aprendan a mirar el espectáculo sin empatizar con la vida y el sufrimiento de dichos animales.

Un niño que aprende a respetar al resto de seres con los que convive y a interpretar las emociones que sienten los demás, así como su sufrimiento evitando participar en él, será una persona con un comportamiento social correctamente adaptado y con unas habilidades y características psicológicas muy positivas e importantes para su óptimo funcionamiento en la vida en general. Por lo tanto, podemos concluir que si enseñamos a los niños a comportarse de forma adecuada y respetuosa con los animales, este comportamiento se extrapolará a sus conductas con el resto de la sociedad. De la forma contraria también sucederá lo mismo. Un niño que no aprende a relacionarse de forma sana con los animales y que interioriza que hay determinadas conductas violentas que están permitidas, generalizará este tipo de comportamientos a otras áreas de su vida.