Las ciudades «amigas de los animales» son aquellas que mantienen una actitud respetuosa con éstos y los entienden como parte de nuestras familias, desarrollando una tolerancia felina y canina en los diferentes ámbitos urbanos. En ellas se permite la entrada a los animales en el transporte público, en establecimientos comerciales, en hoteles, etc. Por ejemplo, en Londres desde hace décadas se mantiene una ejemplar sanidad pública veterinaria, en Roma los animales acceden al transporte público y, en París, los perros pueden entrar en los supermercados. En nuestro país hay más de 17 millones de animales de compañía, es decir, 5 millones de hogares en España comparten su vida con al menos un perro o gato. Por eso, el concepto «pet friendly» va ganando terreno en muchos ámbitos. Sólo en el transporte, Madrid ha inaugurado una línea de metro apta para animales, en Barcelona les permiten el acceso a éstos y en Zaragoza se ha creado un servicio público de taxis sólo para ellos. Como ven, enaltecer la dignidad de los animales es la corriente más evolucionada del siglo XXI.