El tiro al pichón se práctica en la mayoría de España. Aunque se califica como modalidad deportiva, es en realidad una masacre, en la que unas 450.000 palomas y codornices son asesinadas cada año en los campos de tiro. Esta disciplina está prohibida en Canarias, Cataluña, Galicia y Baleares. La Comunidad Valenciana ha sido la última en sumarse a la abolición de esta cruel afición recordando la cita de Gandhi: «Un país, una civilización pueden ser juzgados por la forma en que tratan a sus animales". En España, deja mucho que desear.