Animales políticos al poder. Muchos de los avances en bienestar animal tienen su origen en el APDDA, Asociación Parlamentaria en Defensa de los Derechos de los Animales, creada en 2007. Está formada por diputados y senadores de los partidos representados en el Congreso pero no posee color político alguno. Su objetivo sólo es la preocupación por los animales. Gracias a ella la agenda de nuestros parlamentarios posee cada vez más reivindicaciones sobre animales, con logros tan importantes como la aprobación por unanimidad en el Congreso de la reforma del Código Civil, Ley Hipotecaria y Ley de Enjuiciamiento Civil que considera a los animales como seres vivos dotados de sensibilidad; la ratificación el Convenio del Consejo de Europa sobre Animales de Compañía de 1987; la aprobación de una proposición para prohibir el comercio y la tenencia de primates entre particulares o la tipificación de la zoofilia en el Código Penal tras la reforma de 2015. En definitiva, muchos avances gracias a que, tanto los importantes operadores jurídicos que lo forman como su coordinador Chesus Yuste, trabajan «como animales».