Queremos agradecer el trabajo que hacen las casas de acogida con los animales que buscan una segunda oportunidad. Sin ellas muchas asociaciones no podrían seguir adelante por falta de espacio o recursos. Se trata de personas que ofrecen sus propias casas temporalmente para que los animales rescatados puedan recuperarse, vuelvan a tener confianza en el ser humano y, mientras tanto, ganar tiempo para encontrarles una familia definitiva. No es una tarea fácil ya que cuando los animales llegan tienen miedo y hay que recibirlos con mucho tacto. Después, cuando van acostumbrándose, regalan momentos inolvidables en su recuperación. Y finalmente cuando se van a una familia definitiva, dejan un pequeño vacío en el corazón pero una alegría enorme por su nueva vida. Los que hemos tenido la suerte de conocerlas, sabemos de su trabajo, su ayuda desinteresada y su enorme valor. Gracias a Esther y a Jose por salvar la vida de nuestros animales y a todos los que, en estos mismos momentos, son casas de acogida de animales abandonados. Os animamos a convertiros en una de ellas.