Acabamos el año con nuevas promesas y buenos propósitos para el 2018. Cuesta poco realizar pequeñas acciones que pueden mejorar la vida de todos. Este año, por ejemplo, nos sorprendieron en Nochebuena con un regalo colectivo en forma de tarjeta solidaria para una asociación de animales. Bonita iniciativa. Como ésta hay muchas otras que podemos realizar para ayudar a los animales. Por ejemplo, hacernos voluntarios de la protectora de nuestra ciudad para pasear, colaborar o aportar nuestro granito de acera; ofrecernos como casa de acogida y ayudar a las múltiples asociaciones que no dan abasto con tanto animal abandonado; ser padrino de vuelo para fomentar la adopción en otros países y liberar un poco las jaulas de animales que buscan una segunda oportunidad y, así, una larga lista de pequeñas acciones que, aunque para nosotros no es mucho, en realidad, salvan la vida de muchos.