Son muchos los animales capaces de establecer relaciones de amistad con otros, pero, sin lugar a dudas, ninguno como los «capibaras». Esta mezcla entre cerdo y roedor de gran tamaño se lleva bien con todos, con los suyos y con los demás. No le hace ascos a nadie, sobre todo cuando se rozan con él, le masajean un poquito y, ya de paso, le rascan todo su cuerpo.