La pregunta de los lectores: ¿Realmente sería necesario que lo hiciera si no está nunca en contacto con otros gatos?

La realidad es que nunca podemos estar completamente seguros de que nuestro gato no se nos escapará alguna vez o tendrá acceso al exterior por algún motivo. De hecho, es muy habitual que eso ocurra y, en esos casos, es esencial la vacunación. Piense que no tenerlo vacunado es un riesgo muy alto para él ya que, al no tener ninguna defensa, es más que probable que acabe contagiándose de enfermedades tan comunes, pero tan graves para ellos, como la rinotraqueitis, la panleucopenia o el calicivirosis.

Por lo tanto, lo mejor siempre es prevenir y mantener unos niveles mínimos de inmunidad. Hable con su veterinario de confianza y explíquele la situación. Él podrá diseñarle un plan vacunal adecuado que se ajustará a sus necesidades. Recuerde que vacunar no es un impuesto ni una tasa, es una forma de salvar vidas.