Los planes de salud, cada vez más usuales, consisten en pagar una cantidad, mensual, trimestral o anual que nos garantiza una serie de servicios para nuestro animal. Dependiendo del plan, éstos varían. Puede tener incluidas desde vacunaciones anuales, analíticas y desparasitaciones, hasta consultas gratuitas y chequeos periódicos. En definitiva, estos planes nos garantizan que el animal va a tener un cuidado constante e inciden mucho en la medicina veterinaria preventiva, la gran olvidada de nuestro país.

En el caso de los seguros para mascotas, sin embargo, la mayoría están más enfocados en temas de responsabilidad civil, sobre todo cuando son razas peligrosas, aunque también muchos de ellos incluyen asistencia veterinaria en caso de enfermedad, urgencias e, incluso, cirugías más complicadas. Debes saber que estos seguros no los gestionan directamente las clínicas veterinarias por lo que es importante que leas la letra pequeña de los mismos para que no haya sorpresas en cuanto a los servicios que incluye.

Lo mejor es que lo hables abiertamente con tu veterinario y le expliques tus principales temores. Él conoce las necesidades concretas de tu perro y puede valorar, con los datos que tiene, cuál puede ser, a priori, el desarrollo del mismo. Su ayuda será fundamental para decidir adecuadamente.