El Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles (Madrid) ha puesto en marcha una iniciativa encaminada a mejorar la vida de los niños ingresados permitiéndoles la visita de los perros que formen parte de su familia. Esta iniciativa se enmarca en el Plan de Humanización de la Asistencia Sanitaria de la Comunidad de Madrid, que, entre muchas otras acciones, contempla que los menores hospitalizados puedan tener contacto con sus perros durante el tiempo en que están ingresados.

A esta iniciativa le preceden los programas de intervención asistida con animales en el Hospital Sant Joan de Déu, los programas de visita del Hospital de Ibiza y otros centros hospitalarios, en su mayoría de gestión privada, que permiten que los pacientes ingresados mantengan el contacto con sus animales o reciban visitas puntuales.

Debemos tener en cuenta, y creo que esto es importante, que las visitas a los menores o pacientes adultos ingresados se realizan siguiendo estrictos protocolos de seguridad e higiene y suelen ser supervisadas por personal especializado, por lo que el resultado sólo puede reportar un beneficio para el propio paciente y el animal. Al igual que un paciente ingresado recibe la visita de algún familiar, también puede recibir la visita de su perro. Esto, evidentemente, se realiza de forma muy estudiada y siempre cumpliendo unas pautas para la salud y beneficio del paciente.

Hasta hace poco este tipo de planes o iniciativas no existían y precisamente la importancia de ellos radica en que suponen el reflejo de una sociedad cambiante en la que existe una mayor sensibilización en cuanto a la tenencia de animales y el vínculo existente entre humano y animal.