Desde hace meses estamos viviendo un movimiento contra la presencia de orines de los animales en las calles, que se une al ya habitual contra los excrementos de éstos. Este movimiento aboga por que los propietarios de los perros tiren agua con jabón sobre los orines, pero, realmente, ¿es tan efectivo como parece? Tiene cosas buenas, sin duda, pero también malas como, por ejemplo, el hecho de que puede producir resbalones o caídas a personas y encontrarnos con un problema mayor. Lo ideal es que entre todos pudiéramos mantener las ciudades limpias y exentas de malos olores. Por eso, una buena solución sería la creación de zonas de esparcimiento canino. En cualquier caso, si por fuerza mayor el animal tuviera que orinar en la calle, habría que intentar que lo hiciera en la calzada y no en la acera y, siempre, teniendo cuidado de no hacerlo delante de ningún comercio o portal. Si ponemos de nuestra parte se pueden evitar problemas pero, siempre, con sentido común y paciencia. .