El carril bici no es para pasear. Han sido varios los accidentes que se han producido ya por el choque de una bici y un perro en la acera. Los carriles bici en muchas ocasiones son utilizados por los peatones para pasear por ellos sin darse cuenta del peligro que conlleva andar por ahí con los usuarios de bicis. Mucho ojo con las correas extensibles de los perros, ya que en ocasiones invaden esos carriles con peligro de ser atropellados. Hay que estar atentos y respetar estos espacios para evitar accidentes desagradables. Un atropello de un perro por una bici puede ser fatal para los implicados. Desde el observatorio ciudadano pedimos que se visualicen mejor estos carriles para alertar de su existencia, ya que en algunos tramos de la acera casi ni se diferencian. Todos podemos compartir la vía pública si respetamos las normas de uso.