El avistamiento recientemente de ballenas a la altura de Jávea y Dénia en su camino migratorio, junto a la continua presencia de delfines y otros cetáceos cerca de nuestras costas es, sin duda, una muestra más de la infinita riqueza que esconde nuestro mar Mediterráneo en cuanto a fauna marina, sí, pero, quizás, también de otras cosas. ¿Por qué animales que, habitualmente, permanecían en alta mar, hoy nadan a sus anchas cerca de nosotros? Pues las razones hay que buscarlas, principalmente, en la escasez de alimentos que provocan problemas tan importantes como la pesca ilegal e indiscriminada, la contaminación y el cambio climático. Está claro, que aún nos queda mucho por hacer.