El vínculo que establecemos con los que compartimos nuestra vida hace que se cree una conexión directa e inigualable a la que establecemos con otros seres que no forman parte de nuestra familia. Es como si se estableciese un canal de comunicación entre dos almas que une dos corazones que se quieren y se aman. Frecuentemente escucho la frase: «Sólo le falta hablar...», pero sólo necesitamos permanecer atentos a lo que nuestro animal nos quiere expresar, y no tendremos duda de lo que nos está transmitiendo. Estamos acostumbrados a escuchar palabras mediante sonidos, pero existe otro lenguaje mucho más auténtico y que únicamente hay que estar abiertos para saber y poder captar. Cuando quieres a otro ser, no hace falta que exprese con palabras lo que siente o necesita. Y eso es aplicado a los animales. Entender una mirada, un gesto o una expresión es muy fácil cuando tienes un vínculo tan fuerte y poderoso como el que establecemos con quien amamos. De la misma manera que una madre o un padre sabe lo que le pasa a su hijo/a, a pesar de que no se lo diga e incluso intente mentirle, con los animales ocurre igual. Ellos muchas veces nos hacen saber lo que desean o no de forma clara, sólo hay que aprender a escucharles con el corazón.

Podemos encontrarnos, por ejemplo, con un gato que toma la medicación sin problemas para una enfermedad y de repente empieza a dejarla de tomar, y al llevarlo al veterinario comprobaremos que le está empezando a sentar mal.

También he visto el caso de una gata que no dejaba que nadie la tocase y se encontraba permanentemente escondida. El día que fue adoptada por su nueva familia, no mostró ni el más mínimo signo de miedo y desde el primer momento actuó como si la conociese de toda la vida; claramente estaba transmitiendo que quedarse allí era su elección.

Es muy importante empezar a prestar atención a lo que nos dicen aunque no utilicen palabras, para de esa manera actuar desde el respeto y darles su valor real. Cuando de verdad quieres a alguien, no existe mejor medio de comunicación que el amor.