El motivo por el que elegimos un animal y no otro, o por el que nos gusta un animal y nos da fobia otro, es un mecanismo que responde a fenómenos psicológicos que pueden explicar la personalidad de esa persona que está escogiendo y o rechazando en base a unas características concretas. De forma que, en función del animal que elegimos, podemos saber cómo es esa persona.Este artículo servirá de reflexión y puede ser una manera de hacer un auto análisis para entender el significado psicológico de la elección de nuestro animal.Al elegir un animal con el que vamos a compartir nuestra vida, estamos proyectando en él nuestras carencias, deseos, miedos, inquietudes, capacidades y actitudes. Veamos algunos ejemplos para entenderlo mejor. Los cachorros nos conectan con nuestra maternidad o paternidad con la ternura e inocencia de un bebé. En el caso de que el animal sea comprado en lugar de adoptado, nos encontramos ante un humano que, o bien no se preocupa en informarse sobre las consecuencias de esta conducta, o bien lo sabe pero de forma irresponsable y poco solidaria realiza este hecho sin importarle lo que supone para la vida de tantos animales, que sufren a causa de dicho comercio. En este caso, la persona estaría pensando únicamente en sí mismo y en lo que el animal le va a proporcionar, es decir, sólo en lo que recibe en lugar de lo que él puede aportar para ayudar a otro ser vivo que lo necesite. Si elegimos un animal adulto y necesitado de ayuda, esto pone de manifiesto la existencia de una capacidad altruista y solidaria. Se da prioridad a los propios valores y a las necesidades del otro, y esto nos está indicando por tanto, que se trata de una persona que disfruta ayudando a los demás, con cualidades y principios más sanos y positivos.